Mantequerías Arias, filial de la multinacional láctea francesa Savencia (antes, Bongrain), acometerá una inversión adicional de 0,8 millones en los próximos doce meses en su factoría de Vegalencia (Ribera de Arriba) para la renovación de otras gamas y formatos de uno de sus productos estrella (Burgo de Arias, la marca líder en el mercado de quesos frescos en España) si, como espera, la mejora gustativa que acaba de acometer en el producto y el rediseño del envasado en algunas de sus presentaciones repercute en una ampliación del 10% de su actual cuota de mercado.

Mantequerías Arias inauguró ayer dos nuevas líneas de envasado y empaquetado así como una renovación del producto Burgo de Arias y de su presentación que han supuesto una inversión de 1,5 millones en su fábrica de Asturias, la mayor de las cinco de Savencia en España.

De Burgo de Arias, concebido y diseñado hace 25 años en la fábrica de Vegalencia por personal de la propia factoría, y fabricado en exclusiva desde entonces en la planta asturiana (al igual que las mantequillas Arias y los quesos San Millán), se comercializan en la actualidad 30 millones de unidades anuales en España, Hungría, Polonia y Portugal.

Además de la potenciación de la actual gama de productos, Mantequerías Arias aspira a que la fábrica asturiana desarrolle nuevas modalidades y variantes de queso que incorporen fórmulas novedosas y a la vez adaptadas a las demandas tradicionales y preferencias de los consumidores de otros países. De culminar con éxito el proyecto, Savencia destinará nuevas inversiones a la fábrica de Ribera de Arriba.

Javier Roza, ovetense y director general de Mantequerías Arias, afirmó que el personal de esta fábrica ya fue capaz hace 25 años de desarrollar el queso fresco Burgo de Arias, con tecnología y desarrollos propios, y que revolucionó el mercado con un "producto superior y con mejor sabor", elaborado con leche fresca y bacteriológicamente seguro y que fue decisivo en que el consumo español de queso fresco se duplicase. Roza confirmó la "apuesta de futuro" con la planta.

El presidente del Principado, Javier Fernández, contrapuso esta inversión al "vicio insano en ese desafuero de hacer alarde del declive, en apilar desesperadamente leños a la misma hoguera del desastre", lo que es, dijo, "perjudicial social y políticamente, y dañino para nuestras expectativas económicas". "No pido", sostuvo, "que se oculten o ninguneen los malos datos, sino un esfuerzo colectivo para reconocer y saber valorar todas las circunstancias positivas que concurren en Asturias, sin rendirnos al estado de queja permanente de quienes sólo disfrutan con los anuncios del retroceso".