La que puede ser la solución al declive económico de Asturias lleva congelada una década en los despachos de la Administración regional. Según el Laboratorio de Análisis Económico Regional (Regiolab) de la Universidad de Oviedo, la consolidación del centro de Asturias como área metropolitana ayudaría a superar los principales retos de la economía asturiana: el freno a la caída y el envejecimiento de la población, el aumento de la productividad y la diversificación industrial. Pese a las potencialidades de ese conglomerado urbano -el séptimo de España con más de 800.000 habitantes- las directrices para articularlo llevan 10 años sin ver la luz.
En 2006, el Gobierno de Vicente Álvarez Areces sacó a información pública el avance de las directrices regionales de ordenación del territorio. Este documento, elaborado para revisar el marco de actuación aprobado en 1991, incluía por primera vez directrices específicas para el área central, considerada ya como un emergente espacio metropolitano. Sin embargo, tras el avance aún no ha llegado el documento definitivo y las directrices vigentes aún son las de 1991 a pesar de que la realidad territorial asturiana ha variado notablemente.
La actual consejera de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Belén Fernández, anunció durante la pasada legislatura que en ese periodo presentaría la modificación de las directrices de 1991 con una atención específica al área metropolitana, pero no lo cumplió. En septiembre del pasado año, en una comparecencia en la Junta General del Principado, Belén Fernández volvió a fijar entre sus objetivos -en este caso para la presente legislatura- la formulación de las directrices para "impulsar un área metropolitana multipolar". Además concretó que en los primeros meses de 2016 estaría listo el documento base. De momento aún no ha visto la luz y fuentes de la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente apuntaron que aún "se está ultimando el trabajo", sin aportar plazos concretos.
Por lo tanto, las directrices vigentes tienen un cuarto de siglo de antigüedad y en los últimos diez años no se han producido avances significativos en su revisión. Incluso el avance de 2006 ya está en parte superado por la realidad ya que muchos desarrollos urbanísticos de carácter supramunicipal se han adelantado a la ordenación. Así, por ejemplo, el avance de directrices destacaba la necesidad de reordenar la que consideraba "nueva centralidad Llanera-Siero-Oviedo", un zona comprendida en el triángulo La Corredoria-Posada de Llanera-La Fresneda. El documento destacaba que ese área "privilegiada" en el corazón de Asturias carecía de un planeamiento territorial y urbanístico conjunto, lo "que ha contribuido a generar un espacio degradado donde se yuxtaponen de manera disfuncional áreas industriales, grandes centros comerciales, centros tecnológicos y de transportes, equipamientos públicos supramunicipales, un aeródromo y áreas residenciales agrupadas y dispersas" y donde "las infraestructuras de transporte que atraviesa este espacio lo han segregado y desorganizado por su profusión y falta de jerarquía". Por ello, el avance de directrices de 2006 planteaba la reordenación de ese espacio pericentral como un área netamente urbana "con imagen final de calidad de diseño".
En esos terrenos pendientes de reordenación, en la última década se ha levantado el nuevo Hospital Universitaro Central de Asturias (HUCA) con toda su red de accesos; La Corredoria ha seguido creciendo como ensanche de Oviedo; se han levantrado nuevas superficies comerciales alrededor de Parque Principado, y se está construyendo el macropolígono industrial de Bobes.
"En los años noventa del pasado siglo hubo una atención preferente a todo lo relacionado con el desarrollo del área metropolitana de Asturias, pero ese interés parece que se ha ido apagando", señaló el geógrafo Fermín Rodríguez, director del Centro de Cooperación y Desarrollo Territorial de la Universidad de Oviedo (CeCodet), que destaca que "Ciudad Astur es una realidad, aunque lo que está pendiente es decidir la forma de gobernanza de ese territorio".
El estudio de Regiolab, titulado "Asturias: impulso metropolitano para afrontar nuevos desafíos", destaca que "existen limitaciones político-administrativas" que frenan el "total desarrollo" del área metropolitana. "Tal vez apoyados en las externalidades que una gran urbe tiende a generar sea posible recuperar dinamismo capaz de atraer población y frenar la sangría demográfica que debilita la capacidad de crecimiento de Asturias", concluye el estudio.
