Zegona, la compañía británica dueña de la asturiana Telecable, ya negocia el cierre de la compra de Yoigo para convertirse en el cuarto operador de telecomunicaciones de España. Zegona suspendió ayer temporalmente su cotización en la Bolsa de Londres tras confirmar que ha llegado a un acuerdo de exclusividad con Telia Sonera -la compañía sueca matriz de Yoigo- para cerrar la adquisición.

De completarse la operación, que ya está encarrilada, el conglomerado formado por Telecable y Yoigo sumaría casi 3,5 millones de clientes en servicios de telefonía fija y móvil, cable y televisión, una oferta convergente que podría situar al nuevo grupo en una posición preferente para abordar nuevas compras y entrar a competir directamente con las tres grandes compañías del mercado nacional: Movistar, Orange y Vodafone.

Telia Sonera, el grupo de telecomunicaciones sueco propietario del 76,6% del capital de Yoigo (el resto está en manos de ACS, que tiene el 17%; FCC, con el 3,4% y Abengoa, con el 3%), ha elegido a Zegona para abrir una negociación exclusiva con el fin de pactar la venta de su filial española. Anteriormente Zegona presentó una oferta inicial por Yoigo superior a la del operador móvil virtual español Más Móvil, que tras quedarse con los restos de la fusión Orange-Jazztel también aspira al cuarto escalón del mercado de las telecomunicaciones. Zegona confirmó en la tarde de ayer que ha sido elegida por Telia Sonera para negociar en exclusiva la adquisición de Yoigo e inmediatamente solicitó la suspensión temporal de las operaciones sobre sus acciones en la Bolsa de Londres, donde cotiza desde el pasado verano.

El acuerdo entre Zegona y Telia Sonera no supone un pacto definitivo de compraventa, pero es muy poco habitual que una operación de estas características se rompa una vez que se ha alcanzado ya este punto de entendimiento.

Zegona fue creada hace un año para adquirir y operar negocios de telecomunicaciones y está respaldada por una docena de inversores institucionales entre los que están Fidelity, Invesco, Axa, Standard Life, Capital Group, Wellington, Woodford o Marwyn.

La sociedad de inversión británica ya anunció el pasado verano, cuando adquirió la asturiana Talecable por 650 millones de euros -su única propiedad hasta ahora-, que su voluntad es crecer y que una de sus opciones es ampliar la implantación territorial de Telecable, llevando su capacidad operativa fuera de Asturias. En esa línea, Yoigo es una buena oportunidad porque tiene implantación nacional. Además, es complementaria con Telecable. Yoigo sólo tiene líneas de telefonía móvil -una cuota del 6,5% en el mercado español-, con lo que Telecable le aportaría la entrada en el negocio de la banda ancha fija y la televisión. Y por su parte la operadora asturiana -que en la región tiene el 80% de la cuota de la televisión de pago, el 46% de la banda ancha, el 28% de la telefonía fija y el 14% de la móvil- carece de líneas propias de móvil 4G, que alquila a otras compañías, con lo que Yoigo le solucionaría ese problema.

La unión entre Telecable y Yoigo sumaría casi 3,5 millones de clientes -3.320.829 aportados por Yoigo y más de 163.000 por Telecable- con una oferta de telefonía móvil a nivel nacional y que sería convergente en el caso de Asturias. Una posición privilegiada para abordar posteriormente nuevas adquisiciones para tratar de acceder a la primera división de las operadoras de telecomunicaciones, donde están Movistar, Orange y Vodafone.

Los analistas del sector señalan que la unión de Telecable y Yoigo, para poder para crecer como cuarto operador nacional, tendría dos opciones. La primera sería hacerse con Más Móvil, para sumar clientes de telefonía móvil y ampliar su red de cable fuera de Asturias con los activos que le vendió Jazztel a Más Móvil. La segunda sería ir a por Euskaltel, que acaba de adquirir la gallega R y tiene una red limitada a País Vasco y Galicia. En principio la segunda opción parece que es la estudiada por Zegona. De hecho, fuentes vinculadas a la compañía resaltaron que la suma de Telecable y Yoigo triplicaría el volumen de Euskaltel y R, dando a entender que las relaciones de fuerza están cambiando. Euskaltel no había escondido su interés por adquirir la operadora asturiana para formar un gran operador de telecomunicaciones del norte de España, pero ahora podría pasar de cazador a presa.