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La lenta recuperación del negocio inmobiliario

Los promotores vuelven a la obra

El sector iniciará mil viviendas este año, el mayor número desde 2012 Las empresas no se lanzan a edificar sin vender al menos el 50% de los pisos sobre plano

Los promotores vuelven a la obra

La construcción ha empezado a recuperar empleo en Asturias, aunque muy tímidamente. Hay del orden de 250 trabajadores más de alta en la Seguridad Social que hace un año. Con la obra pública bajo mínimos, ese repunte de actividad, el primero que se produce prácticamente desde el inicio de la crisis, proviene de la edificación de viviendas y es una de las manifestaciones estadísticas del regreso de la promoción inmobiliaria. La mejoría en la demanda y en el crédito está moviendo a las empresas asturianas del sector a reanudar un negocio que ha estado en coma en estos años y que despierta aunque con resultados por ahora muy modestos.

"Acabaremos el año con proyectos visados para unas mil viviendas", pronostica María Calvo Carvajal, presidenta del gremio de promotores de la patronal asturiana de la construcción (CAC-Asprocon). Esa cifra de certificaciones (las que realizan los arquitectos técnicos para el inicio de la construcción) no se alcanzaba desde 2012, si bien poco tiene que ver con los datos que se daban cuando el país se encaminaba hacia el estallido de la "burbuja inmobiliaria": casi en cualquier mes de 2007 se visaban más de un millar de pisos. "Seguimos en cifras muy bajas y hay que ser cautelosos porque los volúmenes son pequeños, pero la tendencia es de mejoría", añade Calvo Carvajal, también gerente de la promotora gijonesa Constructora San Bernardo.

Su empresa está entre las que tienen nuevas promociones en marcha en Gijón, como las firmas Los Campos, Asprusa o Antaeus XXI. También en Oviedo han reaparecido las grúas. El nuevo tono de la edificación se deja ver en la estrategia de varias de las principales promotoras asturianas que han sobrevivido a la crisis. Constructora Los Álamos, del Grupo Orejas, está edificando en la capital del Principado y en la urbanización sierense de la Fresneda (Siero). Es una de las sociedades que dispone de mayores reservas de suelo. Masaveu Inmobiliaria, filial de Corporación Masaveu, prevé desarrollar este año proyectos en Lugones y Ribadesella. La ovetense Goncesco y la gijonesa Asprusa se han aliado para la rehabilitación del edificio "Casa Álvarez Mendoza 1914", en Gijón. Y el interés de un grupo de empresas por recuperar el proyecto del Vasco en Oviedo es visto en el sector como un indicador más de que el negocio inmobiliario clarea.

La crisis se llevó por delante una de cada cuatro empresas ligadas a la promoción inmobiliaria en Asturias, según datos del Instituto Nacional de Estadística. "Han quedado las más solventes", señala María Calvo. Disponer de un elevado nivel de recursos propios es ahora imprescindible en el nuevo tiempo de la promoción inmobiliaria. El crédito ha vuelto, pero más para los compradores -la concesión de hipotecas está subiendo para una parte de los hogares, los que tienen ingresos estables y por encima de un determinado nivel- que para los promotores. La banca exige para financiar obra en primer lugar que la empresa aporte una parte relevante del coste con sus propios fondos y también un nivel alto de ventas anticipadas, a menudo superior a la mitad de las viviendas.

Esto es, se vuelve a comprar y a vender sobre plano, pero por razones distintas a las de los años de la euforia inmobiliaria: entonces la demanda era febril y el crédito, fácil; ahora, la "preventa" es indispensable para la viabilidad financiera de los proyectos. Es una fórmula que permite mayor flexibilidad a los compradores para los pagos, pero que durante el ciclo expansivo dio lugar a casos frecuentes de abusos o incumplimientos (retrasos en las obras, quiebras de empresas antes de la entrega...). Esos riesgos, asegura María Calvo, son ahora "muy pequeños" porque los empresarios que edifican lo hacen comprometiendo más fondos propios y porque las sociedades que han sobrevivido al desierto inmobiliario y financiero del período 2008-2014 son robustas.

¿Quiénes están acercándose a las inmobiliarias en busca de casas nuevas? Predomina lo que los profesionales del sector llaman la "vivienda de reposición", la que buscan aquella familia que ya tiene una casa y aspira a cambiar a una mejor, hogares que disponen de estabilidad laboral y que ven sus expectativas económicas más despejadas ahora que unos años atrás. Así que el nuevo comprador de vivienda es por lo común alguien mayor de 40 años. Los casos de menores de 35 años son infrecuentes, por las dificultades del mercado laboral para los jóvenes y también por la débil formación de nuevos hogares que registra Asturias. A esos compradores de edades maduras está llegando el crédito mediante hipotecas cuya cuantía tiene generalmente como límite el 80% del precio de piso. El mercado se cierra para quien no tiene ahorros que destinar a una entrada.

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