Un contribuyente asturiano con ingresos equivalentes al salario medio (en torno a 20.000 euros brutos al año) paga a Hacienda por el impuesto sobre la renta de las personas físicas 2.373 euros anuales, según un cálculo del Registro de Economistas y Asesores Fiscales (REAF). Según este ejemplo tomado por los fiscalistas, que corresponde a una persona soltera y sin hijos, el asturiano tributa 69 euros más que un madrileño en las mismas circunstancias y 138 menos que un catalán.

Para el citado nivel de renta, Cataluña es la región donde el IRPF está más alto y Madrid, la que lo tiene más bajo. Las posiciones cambian cuando los ingresos superan los 45.000 euros. A partir de ahí, Cataluña deja de estar a la cabeza, que es ocupada por regiones como Extremadura, Comunidad Valenciana y Cantabria. Madrid se mantiene como la región con el IRPF más ventajoso para el contribuyente en todos los tramos de renta.