Las ventas de productos asturianos en el extranjero alcanzaron los 4.175,6 millones de euros en 2017, máximo histórico que coincidió también con récord en el numero de empresas exportadoras (2.126). La mejora en los precios de algunas de la principales producciones industriales de la región, la competitividad que siguen exhibiendo los fabricantes de bienes de equipo y la expansión comercial de la industria láctea explican en buena medida un balance que, en su conjunto, revela que se está consolidando la apertura hacia el exterior de las empresas, la salida que muchas buscaron para sobrevivir durante la Gran Recesión ante la caída de la demanda nacional.

Las exportaciones de la región avanzaron en un año también de récord en el conjunto del país, con 277.126 millones en ventas. Pero el país incurrió en un déficit comercial (24.000 millones) un 32% superior al de 2016, en parte al subir el precio del petróleo. Aun registrando un vigoroso incremento de las importaciones (32,1%), Asturias cerró el ejercicio con superávit (30,6 millones), de forma que el balance exterior de Asturias tuvo una aportación neta positiva al crecimiento del producto interior bruto (PIB).

Fue como resultado de un avance en las ventas del 19,4%, tasa que es la cuarta mayor de España y que duplica la media nacional. Los datos divulgados ayer por el Instituto de Comercio Exterior sugieren que el impulso del negocio exterior está ligado a factores como los que se explican en los siguientes puntos.

Cinc y más. El cinc aportó cerca del 28% de todo el negocio y resultó clave en el récord exportador de Asturias. La escalada de la cotización internacional de ese metal disparó el valor de las ventas de Azsa. La labor comercial de esa misma compañía explica que se sextuplicaran las ventas de la industria asturiana a China. Los números sugieren que Arcelor orientó sus producciones más que otros años hacia la demanda interna, en recuperación. No hubo en cambio repliegue en otras fabricaciones del metal. Brillaron de nuevo las exportaciones de bienes de equipo, de alto valor añadido, con un crecimiento del 20,4%. Y destacó el dinamismo del negocio exterior de la industria láctea, que movió 185 millones de euros, el doble que en 2016.

Diversificación geográfica. Las cuentas oficiales dan a entender que los exportadores asturianos ganaron presencia en mercados distintos a la Unión Europea. La concentración de ventas dentro de la UE se aligeró (pasó del 60% al 52%) y avanzó el negocio en América y en Asia y, en menor medida, en África.

Más exportadores. La nómina de empresas que realizó al menos una venta fuera de España fue de 2.126, nuevo máximo histórico que supone 127 más que en un año antes. Y aumentaron también los exportadores regulares, el renglón de la estadística en el que más se fijan los expertos para medir el grado de consistencia de la apertura comercial: 526 empresas asturianas, nuevo récord, llevan vendiendo fuera durante al menos cuatro años consecutivos.