Francia ha destapado un gran fraude de vino español barato que se vendía como si fuera francés y el Gobierno español tiene ahora miedo a los efectos de la resaca. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, está "preocupado" y admitió que el caso podría tener un "efecto indirecto" en la imagen de los caldos españoles, de los que aseguró que tienen una calidad-precio "impresionante".

"Tenemos en el 'top' unas calidades fantásticas, pero también tenemos exportaciones a granel, y es ahí donde algunos importadores franceses han cometido algún fraude de etiquetado. Me preocupa y animo a las autoridades francesas a que el etiquetado refleje la calidad de cada producto", subrayó Planas.

Las autoridades francesas de lucha contra el fraude sacaron a la luz una estafa por la que millones de litros de vino rosado español, hasta 70.000 hectolitros o 10 millones de botellas, fueron puestos a la venta como si se tratase de vino francés, fraude conocido como "afrancesamiento" y que está penado con hasta 2 años de cárcel y multas de 300.000 euros que pueden elevarse hasta el 10% de la facturación. La estafa ha sido destapada tras la investigación a gran escala desarrollada en todo el país en 2016 y 2017 por agentes de la Dirección General de la Competencia, el Consumo y la Lucha contra el Fraude, que centraron sus pesquisas a lo largo de toda la cadena de suministro.

El vino rosado producido en España vale menos de la mitad que su equivalente francés, cuyo precio puede alcanzar los 0,90 euros por litro. "Los vinos españoles eran vendidos a granel como 'vinos de Francia', lo que conlleva una usurpación del origen geográfico francés protegido", informó Competencia.