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"Máxima preocupación" en el transporte ante el fin anticipado del carbón y el diésel

Más de 200 camioneros viven del traslado de mineral desde El Musel a las térmicas |"El camión eléctrico aún está lejos y con el gas los vehículos pierden potencia", dice la patronal

"Máxima preocupación" en el transporte ante el fin anticipado del carbón y el diésel

"Nos están cayendo por todos los lados". La lamentación es de Alejandro García Monjardín, presidente de la asociación empresarial asturiana del transporte Cesintra, que destaca los "negativos" efectos que puede tener en el sector una aceleración de la transición energética que acabe de golpe con el tráfico de carbones entre El Musel y las centrales térmicas, y con la utilización del diésel como combustible. "Ante los anuncios del Gobierno hay máxima preocupación en el transporte", afirma por su parte Ovidio de la Roza, presidente de Asetra, asociación de transporte, logística, aparcamientos y actividades afines de Asturias.

En poco más de un mes, el Gobierno de Pedro Sánchez ha conseguido que salten las alarmas en buena parte de los sectores económicos del Principado. En el del transporte están que pitan. Desde el ministerio de Hacienda se anunció la intención de subir los impuestos al gasóleo y después la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Rivera, afirmó en el Congreso que "el diésel tiene los días contados". Anteriormente Ribera había señalado que "el carbón no tiene futuro" y con sus primeras decisiones dejó claro que la transición energética va a ser rápida y que nada va a impedir el cierre precipitado de las térmicas.

"Del transporte de carbón de importación entre el puerto de El Musel y las centrales eléctricas viven unas 200 familias asturianas que lo van a pasar muy mal si cierran las térmicas", destacó Alejandro García, que añadió que esos transportistas "tienen difícil reubicación, porque muchos ya fueron expulsados en su día del sector de la construcción por el parón de las obras y ahora mismo no hay alternativas". Además, destacó que cambiar de sector obligaría a invertir en adaptar los remolques "porque para el transporte de carbón se utilizan bañeras ligeras de aluminio que son muy diferentes a las de hierro que se utilizan, por ejemplo, para la construcción".

Por su parte, Ovidio de la Roza destacó que no entiende el interés del Gobierno "por ser ahora el campeón de la descarbonización sin tener en cuenta el alto coste de las consecuencias" y reclamó "una transición energética ordenada y tranquila".

Sin recambio

Con respecto a la "demonización" del diésel ambos dirigentes empresariales apuntaron que en estos momentos "no hay alternativa viable al gasóleo" en el transporte pesado. "El camión eléctrico aún está lejos y las experiencias con gas demuestran que los vehículos pesados pierden potencia", afirmó Alejandro García. "Aún van a pasar unos cuantos años para encontrar un recambio válido para los motores diésel", apuntó De La Roza.

Mientras tanto esperan que Hacienda no se cebe con ellos. "Con respecto a la subida de los impuestos al diésel el Gobierno ha asegurado que no afectará al gasoleo profesional, pero eso no garantiza que devuelvan el dinero a todos los transportistas porque se quedan fuera los que utilizan vehículos de menos 7.500 kilos", apuntó el presidente de Cesintra.

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