La digestión de la crisis inmobiliaria se le sigue atragantando a los bancos. Las entidades financieras tienen aún a la venta, a través de sus diferentes portales de internet, filiales y fondos de inversión, más de 1.200 viviendas en la región, una cantidad ligeramente superior a la que tenían el año pasado por estas mismas fechas. La gran mayoría son pisos que se encuentran ubicados en el centro del Principado, lo que últimamente se ha venido llamado como el área metropolitana, Oviedo, Gijón y Avilés. Pero también hay abundante oferta en las Cuencas. La presión no afloja. Buena parte de esos inmuebles vienen de embargos cuyos propietarios, tras el brutal aumento del desempleo en los peores años de esta gran recesión que empieza a quedar atrás, no pudieron hacer frente al pago de la hipoteca. Otros pertenecen a promociones de constructores a las que fue difícil darles una salida en un mercado inmobiliario que sufrió un importante colapso. Tanto que acabó pinchando.
Con este escenario, durante los últimos años los bancos han tenido que especializarse y dar el salto hacia el negocio inmobiliario para tratar de darle una salida al ladrillo que comenzaba a apilarse por montones en sus balances. Algunas entidades incluso han llegado a abrir oficinas específicas en el centro de las ciudades. Sus estrategias han sido muy agresivas, sostienen los agentes inmobiliarios de la región. Han tirado de fuertes promociones y descuentos para tratar de animar sus ventas.
Antonio Vega, decano del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (COAPI), quita hierro al asunto y asegura que los bancos no están siendo una competencia tan feroz como se la pinta para el sector. "No tienen tantos pisos en cartera y los que tienen no son nada buenos", argumenta. El caso es que a través de los portales de las entidades financieras puede encontrarse alguna que otra ganga inmobiliaria. Por ejemplo, una de las entidades que más oferta tiene anuncia un piso de tres habitaciones y dos baños no muy lejos del centro de Gijón por poco más de 70.000 euros. Otra, promociona otra vivienda de unas características muy similares en Oviedo y con 78 metros cuadrados, por poco más de 60.000 euros.
Pero los agentes inmobiliarios ponen el acento sobre que lo bueno que tenían los bancos ya ha sido vendido. Cuenta un profesional de este sector que hace unos meses le llamó una conocida entidad financiera para que evaluara alguno de estos pisos. Su conclusión fue que para la gran mayoría de esas viviendas será complicado encontrarles comprador por muy bajo que estuvieran los precios. La calidad y la falta de prestaciones los mataban.
La compañía Servihabitat (filial inmobiliaria de Caixabank) es la que tiene un mayor número de pisos a la venta en región. Según su web, son 312, la gran mayoría de ellos, lógicamente, en Oviedo y Gijón. Le sigue ya a bastante distancia Mihabitans, que gestiona las viviendas de Liberbank, y que oferta 169. En el tercer puesto del ranking está el llamado "banco malo", la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), con 149, y que durante los últimos años ha hecho importantes campañas de descuentos para ir deshaciéndose de toda la oferta inmobiliaria que tiene en su balance. Fue la entidad que absorbió buena parte de los activos tóxicos de la banca española una vez que se pinchó la burbuja inmobiliaria.
Una de las últimas campañas del Sareb y que afectaron a sus promociones en Asturias tuvo lugar hace unas semanas, a las puertas del verano, cuando puso a la venta 34 viviendas próximas al litoral Cantábrico con suculentos descuentos.
Como la digestión va haciéndose larga algunas entidades financieras están buscando deshacerse de su cartera inmobiliaria por otras vías. Es el caso, por ejemplo, del Banco Sabadell (que en Asturias opera con la marca del Herrero) que recientemente anunció que había completado la venta de la "práctica totalidad" de sus activos inmobiliarios a la compañía Cerberus. La operación rondó los 9.100 millones de euros.
Una operación similar cerró hace ya meses Liberbank con Haya Real State. El mismo camino han recorrido también otras entidades financieras.