El Gobierno estadounidense de Donald Trump golpeó ayer económicamente Turquía al anunciar una subida de aranceles al acero y aluminio de este país hasta el 50 % y el 20 %, en el contexto de las tensiones diplomáticas que Washington mantiene con el presidente turco Erdogán. El anunció provocó que la lira turca se depreciara hasta un 20% respecto al dólar, contagiando a las bolsas y castigando en España a los bancos más expuestos a la economía turca.

El Gobierno de Turquía mantuvo ayer su aparente actitud despreocupada ante el peor desplome de la lira en trece años, asegurando que el país ganará lo que calificó de "guerra económica" pero sin plantear más medidas económicas que la de encomendarse, literalmente, a Dios. "Ellos tienen sus dólares, nosotros tenemos nuestro pueblo, nuestra verdad y nuestro Dios", ha llegado a asegurar el presidente del país, el islamista Recep Tayyip Erdogan, en referencia a la creciente tensión económica y diplomática con Estados Unidos. Erdogan dio a su discurso un tono muy patriótico y nada técnico al limitarse a pedir, una vez más, a la ciudadanía que cambien por liras las divisas o el oro que tengan "bajo el colchón", para fortalecer así la moneda nacional.

La crisis contribuyó a una caída intensa de las bolsas europeas, arrastradas por las pérdidas de la banca. En España, el Ibex 35 bajó el 1,56 %. Los bancos españoles son los que tienen una mayor exposición a Turquía, con 70.848 millones de euros en bonos y otros activos. BBVA cedió el 5,16% en Bolsa.