El metal, la construcción, la industria química o la hostelería son sectores cuyas empresas y representantes patronales han verbalizado la existencia de dificultades para contratar trabajadores con la cualificación adecuada. "Los recursos humanos son un factor clave de competitividad para nuestras empresas, más aún, si cabe, en un tejido empresarial como el nuestro, caracterizado por la pequeña dimensión de sus compañías", reflexiona Belarmino Feito, presidente de la patronal FADE. Esta organización ha amplificado en los últimos meses el discurso sobre la urgencia de revisar el sistema educativo asturiano para reorientarlo mejor hacia las necesidades de la actividad económica.
Los sindicatos tienen en ocasiones una visión crítica o al menos matizada sobre los mensajes que están enviando las patronales. La de la construcción (CAC-Asprocon), presidida por Joel García, previno en las últimas semanas de que, con el reciente repunte del negocio de la edificación de viviendas, las empresas tienen problemas, que se acentuaran a corto y medio plazo, para encontrar profesionales de oficios tradicionales y de otros adaptados a las nuevas técnicas de construcción. Jeremías Dosantos, responsable de CC OO para el sector de la construcción en Asturias, no discute que sea así, pero deja caer que tales dificultades están relacionadas, no sólo con un déficit de formación, sino con la precarización laboral que se ha registrado en la construcción durante su larga crisis, de forma que el número de autónomos ("falsos autónomos", según los sindicatos) llegó a superar al de asalariados acogidos al convenio del sector. "Muchos profesionales que perdieron sus trabajos en la recesión se movieron hacia otros sectores (la hostelería, por ejemplo) o emigraron a otras regiones o países donde la construcción se recuperó antes; ahora es lógico que no estén por la labor de retornar si es para trabajar como falsos autónomos", expone Dosantos.
