La hostelería y el comercio son las dos actividades que concentran la mayor bolsa de fraude en la contratación en Asturias. La presión de la Inspección de Trabajo - pese a su falta de efectivos, según dio a entender ayer la directora de este organismo en Asturias, Adelia García- ha permitido hacer aflorar más de 4.000 contratos temporales que se estaban utilizando de forma irregular y que, tras las advertencias y amenazas de sanción por parte de los inspectores, han sido transformados en indefinidos. En empleo fijo.

Una parte relevante de esas contratacioniers (1.064) emergieron gracias a una campaña llamada "Plan director por un trabajo digno" que se activó en agosto y mediante el cual la Inspección de Trabajo ha puesto la lupa sobre el abuso de la temporalidad. Los inspectores están siguiendo de cerca dos situaciones: los contratos de obra y servicio con una misma compañía que superan los cuatro años de duración, lo que se considera ya una relación laboral estable, y el encadenamiento de contratos temporales durante más de dos años con una empresa en un periodo de 30 meses. Para identificar los indicios de estos fraudes la Inspección de Trabajo está utilizando tecnología "big data" y de análisis de datos.

Desde agosto, la Inspección han remitido 1.840 comunicaciones a empresas asturianas que presuntamente estaban abusando de la contratación temporal o utilizando también de forma aparentemente anómala la de tiempo parcial. Los fraudes detectados afectaron a 2.540 trabajadores. Las compañías que no han hecho caso de los apercibimientos para legalizar la situación de los trabajadores pueden enfrentarse a multas que van desde los 626 hasta los 6.200 euros. Adelia García explicó que el Gobierno tiene previsto meter mano a estas sanciones y ajustarlas, por ejemplo, en función del número de trabajadores que tenga la compañía, además de otras variables. En cuanto a las contrataciones a tiempo parcial, los toques de atención de la Inspección de Trabajo sirvieron para que las empresas regularizaran la situación de 126 contratos, incrementando su tiempo de trabajo. Aun así, sólo son el 13,8% de los trabajadores afectados (913).

Fuera ya de esa campaña tan específica que se viene desarrollando desde el verano, la labor ordinaria de los inspectores en la región ayudó, entre enero y septiembre, a que 2.858 contratos temporales se transformaran en indefinidos.

Y eso pese a que la plantilla de inspectores está muy ajustada. La delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, aseguró que entre los planes del Ejecutivo está incorporar a 300 nuevos efectivos para estas labores en los próximos meses en España. Lo que no está claro es cómo va a ser el reparto en función de las comunidades autónomas. Adelia García se limitó a señalar que "algo caerá aquí".

El consejero de Industria y Empleo, Isaac Pola, resaltó que los resultados de esta campaña son "magníficos", y señaló que los objetivos que se persiguen son "dignificar a los trabajadores, y beneficiar a las empresas que sí que cumplen con la ley y que se ven perjudicadas por la competencia desleal de estas otras compañías".

La reciente campaña deja como resultado también que la hostelería y el comercio son los sectores donde la contratación irregular es más frecuente. Entre las notificaciones que enviaron los inspectores en Asturias, las más numerosas (22,5% del total) tubieron por destino negocios hosteleros (el 22,5%), seguidas por las comerciales (19%).