Mientras una multitud clamaba a gritos en Avilés por la continuidad de la actividad aluminera, el comité europeo de Alcoa (Eurofórum) mantenía una reunión en un hotel madrileño, un encuentro que se prolongó durante casi cuatro horas y en el que participó el vicepresidente de operaciones de Alcoa Europa, Kai Rune Heggland. Los sindicatos anunciaron a continuación que demandarán a Alcoa ante los tribunales de justicia de Holanda (sede del comité) si no retira el expediente de extinción antes del lunes. "La compañía tiene que presentar más documentación, hay que emitir un informe por parte del comité europeo y eso requiere más tiempo del que da la empresa para iniciar el periodo de consultas. Si no da marcha atrás, demandaremos a Alcoa por vulnerar los derechos de información y consulta", explicó el avilesino José Manuel Gómez de la Uz, secretario general de la Sección Intercentros de CCOO en Alcoa. Los representantes de los trabajadores quiere tiempo. También plantearon a la multinacional que se habilite "un año y medio para que deje las plantas de Avilés y A Coruña en condiciones de competitividad mientras se buscan alternativas para transferir a otra compañía ambos centros de trabajo".

Mientras los representantes sindicales bregan con la compañía, Asturias empieza a salir a la calle en defensa de la industria. Porque si un mensaje se repitió ayer en la concentración de Avilés fue: "Hoy son ellos, mañana puede ser cualquiera; hoy por ti, mañana por mí".

La temida deslocalización ha caído como una bomba en una región que venía advirtiendo de que la industria empezaba a toser. La gripe ya se está extendiendo.

En la concentración de Avilés participaron representantes de todos los partidos políticos, la cúpula sindical asturiana, comerciantes, jubilados, jóvenes, ancianos, los alcaldes de todos los concejos que conforman la comarca avilesina, trabajadores de las auxiliares... Avilés se prepara para la marea amarilla que se presume tomará la ciudad en la manifestación del 8 de noviembre.