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La transición energética

La incertidumbre frena la venta de coches

Los concesionarios denuncian caídas del 30% este mes que atribuyen a las dudas creadas por los anuncios del Gobierno | Algunos modelos de gasolina tardan 5 meses en entregarse

Frenazo en las ventas de coches en los concesionarios asturianos. Los sucesivos anuncios del Gobierno acerca de limitaciones o penalizaciones fiscales a los coches de combustión están provocando, según el gremio de vendedores, incertidumbre entre los potenciales compradores de la región, de forma que con frecuencia las familias y otros consumidores están retrasando sus decisiones de compra. La caída es ya palpable. Según la patronal asturiana de talleres y concesionarios, Aspa, hasta el pasado 10 de noviembre la matriculación de turismos acumulaba un descenso interanual del 30%. Es un retroceso más intenso que el registrado en el conjunto del país, del 26%.

El último anuncio que, creen los concesionarios, abona la incertidumbre del comprador indeciso ha sido el de que a partir de 2040 estará prohibida la venta de coches de diésel, gasolina e híbridos. Sólo podrán adquirirse los eléctricos, ahora testimoniales en las carreteras asturianas (Tráfico recoge en sus estadísticas la existencia de menos de 200, como muestra el gráfico adjunto). El anuncio es a largo plazo, pero pasa factura. "La gente no se fija en que quedan aún 22 años, un plazo en el que es probable que muchos cambien de coche un par de veces", opina Jesús Jardón, vicepresidente de la patronal asturiana. Y añade: "La gente se asusta y todo esto crea incertidumbre".

Las ventas ya cayeron en octubre y se tambalearon en septiembre, aunque en esos meses se achacó la mala evolución del mercado a la nueva normativa sobe emisiones que entró en vigor el 1 de septiembre y que prohibía la matriculación de los turismos que no hubieran pasado unas nuevas homologaciones, más restrictivas. Eso disparó las ventas en agosto y obligó a muchos concesionarios a automatricular los turismos que no cumplían con esa nueva homologación para poder venderlos más tarde como "kilómetro cero". Pero ese efecto ya está agotado, señala Jardón.

El de prohibir las ventas de coches diésel, gasolina e híbridos a partir de 2040 es el anuncio más reciente, pero la cosa viene de atrás. El Ejecutivo le planteó la guerra hace unos meses a los coches con motor de gasóleo, porque considera que son altamente contaminantes, afirmación que tanto los talleres como los concesionarios ponen en duda. Aseguran que los últimos avances en motores hacen que este tipo de turismos generen menos polución que los de gasolina. El Gobierno prepara una subida fiscal del gasóleo para igualar su precio con el de la gasolina y desincentivar a los posibles compradores de este tipo de vehículos.

"Hay gente que, por ejemplo, rueda más de 30.000 kilómetros al año y a la que le saldría mejor comprarse un coche de gasóleo, pero acaba adquiriendo uno de gasolina", sostiene Jardón. La demanda de diésel se ha desplomado y la de turismos de gasolina sube con fuerza, aunque sin llegar a compensar las pérdidas. Y los fabricantes se están encontrando con problemas porque no hay suficientes motores para cubrir las necesidades. Incluso algunas fábricas han tenido que parar, algo que, aguas abajo, está afectando también a las compañías auxiliares. Entre ellas, Arcelor, que este mes ha suspendido unos días la actividad en su taller de galvanizado de Avilés por la caída de pedidos.

Tal es el incremento de la demanda de coches de gasolina que "para determinados modelos" hay que esperar, al menos, hasta abril para la entrega del vehículo. Unos cinco meses de lista de espera.

Los concesionarios consideran injusto que el sector automovilístico esté en el punto de mira por su impacto ambiental. Según Jardón, el sector del auto representa menos del 25% de la contaminación que agrede a la atmósfera desde Europa. El grueso, señala, se debe a las "emisiones difusas" procedentes de los edificios de viviendas, los gubernamentales y los centros comerciales.

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