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La tecnología del vehículo eléctrico "aún no está madura", advierten fabricantes

Los empresarios de los combustibles cuestionan los planes del Gobierno para erradicar el diésel y apuntan al gas como alternativa "viable hoy en día"

La tecnología del vehículo eléctrico "aún no está madura", advierten fabricantes | GETTY IMAGES

La transición hacia una movilidad sostenible y libre de emisiones nocivas para la salud y el medioambiente no puede pasar sólo por los coches eléctricos. Esa fue una de las coincidencias que mostraron ayer representantes de la patronal de las gasolineras y de los fabricantes de vehículos durante una jornada técnica sobre el uso de combustibles gaseosos celebrada en la Cámara de Comercio de Oviedo y en la que se apuntó al gas natural y el biogás como únicas alternativas viables "hoy en día" para sustituir a los combustibles fósiles.

Todos los ponentes admitieron la necesidad de acometer una transición energética, pero pusieron pegas y, en algunos casos, arremetieron contra los planes de la ministra del ramo, la socialista Teresa Ribera, de acometer dichos cambios a través de un anteproyecto de ley que presenta contradicciones y apuesta claramente por un parque móvil eléctrico "actualmente inviable".

El más crítico con los planes del gobierno de España fue el presidente de la Asociación Asturiana de Vendedores al por Menor de Carburantes y Combustibles (Asvecar), Francisco Villa, que dejó entrever la existencia de una conspiración para acabar con el diésel en el viejo continente. "El ataque al diésel viene de la industria americana y busca cargarse la europea", advirtió el representante de los gasolineros asturianos, quién también avisó de la existencia de compañías europeas especialmente interesadas en el desarrollo del coche eléctrico como alternativa empresarial.

Villa defendió que el diésel europeo es el que produce menores emisiones y echó en falta medidas para frenar las mismas en otros continentes. "Suponemos el 10% de las emisiones de todo el mundo y no servirá de nada que lo bajemos hasta el 7,5% si no se reduce en el resto del mundo", alertó el empresario, quien pidió al Gobierno que aclare cómo se resolverán los desajustes fiscales derivados de la transición. "Nadie ha explicado que ocurrirá con los entre 16.000 y 20.000 millones de euros recaudados cada año a través de los impuestos a los hidrocarburos", añadió.

Otros participantes defendieron la efectividad del uso del gas natural y reciclado como sustitutivo de los derivados del petróleo, pero lamentaron las contradicciones incluidas al respecto en el anteproyecto de la Ley de Cambio Climático impulsada por Ribera. "Creo que todavía será objeto de muchos cambios, pero hasta ahora lo que veo son contradicciones como apostar por el gas como alternativa y luego fijar para 2040 la prohibición de vehículos que circulen por combustión", apuntó María Eugenia Sillero, secretaria general de la asociación Gasnam, defensora del uso del gas como combustible sostenible.

Escepticismo eléctrico

Para el colectivo Gasnam la viabilidad del gas como combustible de futuro está contrastada. Sillero subrayó el hecho de que España cuente con 12.000 kilómetros de gasoductos y seis centrales productivas. Sin embargo, se muestra más escéptica respecto a las posibilidades del coche eléctrico. "El vehículo de gas es más limpio y rentable", señala apoyándose en las tesis de la OCU y la apuesta creciente de los ayuntamientos de utilizar vehículos de gas para servicios como la recogida de basuras o los autobuses urbanos.

En la misma línea se pronuncian representantes de fabricantes como Scania, quién ven muchas más posibilidades de éxito a los vehículos accionados por gas que a otras fórmulas. "La tecnología de los coches eléctricos no está aún madura", comentó durante su ponencia la ingeniera de sostenibilidad de Scania, María Ángeles Herranz, quién recordó que el hecho de utilizar electricidad no garantiza sostenibilidad. "Es posible que esa electricidad no sea procedente de energías renovables y por tanto esté generando contaminación", indicó.

Herranz puso como ejemplo de implantación del gas en el transporte español a la cadena de supermercados Alimerka. "Actualmente tienen 50 camiones de gas y una estación de recarga abierta al público, son un ejemplo a seguir", sostuvo la ingeniera, convencida de que en los próximos años el gas ganará protagonismo frente a otras energías. "El tipo y el tiempo de repostaje es similar al de la gasolina y es más rentable y limpio que los carburantes y las baterías eléctricas", añadió.

Por su parte, el director de movilidad sostenible de Seat reconoció la necesidad de acometer una transición energética, pero también avisó de la necesidad de "hacer las cosas muy bien" y para ello abogó por alcanzar consenso entre el sector público y privado. "Debemos de sentarnos y acordar una hoja de ruta clara", indicó Antonio Calvo, valorando la importancia del sector automovilístico para la economía española. "Suponemos el 10% del PIB y exportamos el 80% de la producción fuera de España", dijo para evidenciar los posibles impactos devastadores que podría tener para la economía un fracaso en la transición energética. Calvo se mostró dispuesto a desarrollar vehículos con energías limpias, pero instó al gobierno acompañar las exigencias para eliminar los hidrocarburos del parque automovilístico con "un ambicioso plan de ayudas".

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