Ni la intervención como testigo del expresidente del Banco Popular Emilio Saracho en un juicio en Oviedo ha servido para que el Banco Santander, dueño de la entidad de raíz madrileña de su intervención, ganara un pleito frente a un taxista langreano que reclamó los 30.000 euros invertidos en 21.242 acciones durante la ampliación de capital que llevó a cabo el Popular durante el verano de 2016.
El titular del Juzgado de primera instancia número 11 de Oviedo, Eduardo García Valtueña, le ha dado la razón al demandante, al que el Santander tendrá que restituir lo invertido, al entender que el Popular estaba tratando de dar una imagen de solvencia para atraer inversores que se acabó demostrando que era falsa.
Durante su testimonio, por videoconferencia, Saracho reconoció que no había "tenido tiempo de comprobar con detalle las cuentas del banco". Estuvo al frente de la entidad 108 días. Y dijo: "Yo acepté las que estaban hechas y que ya habían sido auditadas". Esas explicaciones no han servido al juez para exculpar a los actuales dueños del Popular, que adquirieron la entidad por el precio simbólico de un euro tras la intervención de junio de 2017. El abogado que representó al demandante, Jorge Álvarez de Linera, puso el acento en que fue uno de los empleados del banco el que convenció al taxista para que invirtiera 30.000 euros en acciones porque, le aseguró, era una ocasión extraordinaria. Más tarde se demostró que no era así, que las cuentas del Popular no eran tan boyantes como parecían. El juez, de hecho, señala en la sentencia que la información proporcionada por el banco "ni era suficiente, ni veraz, ni completa y no permitía a los clientes minoristas advertir la verdadera situación económica y financiera".
La sentencia refleja algunas de las reflexiones que hizo Saracho durante el juicio, quien expresó que el banco arrastraba problemas estructurales de gravedad desde el año 2012, pero no entra a valorar sus palabras. Sí se pronuncia sobre quien fuera secretario del consejo de administración del Popular, Aparicio Valls, y que también testificó en ese mismo juicio, en su caso en persona. Dice García Valtueña que el antiguo directivo hizo una declaración "defensiva".
