La economista Reyes Maroto (Medina del Campo, 1973) pasó de la Universidad a la Asamblea de Madrid y de allí a coger las riendas del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo dentro del Gobierno de Pedro Sánchez. Heredó el pasado verano una cartera con varias ramas en plena reconversión. La gran industria electrointensiva, con fuerte peso en Asturias, está amenazada por el creciente precio de la electricidad y los efectos de la transición energética, y el futuro del sector del automóvil, que emplea a decenas de miles de personas en España, es otro de los problemas más acuciantes. Maroto está dispuesta a pelear para que los grandes fabricantes del motor, con centros de decisión en Alemania y Francia, apuesten por las inversiones en las plantas españolas.
- Vestas, Alcoa, Cemex, automóvil? ¿Estamos ante otro ajuste histórico de la industria española?
-Estamos en un momento de disrupción. Tenemos una serie de condicionantes, como el cambio tecnológico, la transición ecológica y sobre todo la falta de política industrial en un momento en que era necesario, con una crisis que exigía que se empezara a tomar medidas. La ausencia de ese liderazgo del anterior Gobierno nos sitúa en un momento de pérdida de competitividad en materia de inversiones: yo he perdido un 40% del presupuesto que tenía mi antecesor en 2011. También desde el punto de vista de costes energéticos se ha hecho una reforma que no ha beneficiado a la industria. En medio de ese desafío recuperamos el Ministerio, la política industrial como política de Estado. Estamos desarrollando iniciativas para ganar competitividad en materia de costes energéticos. Y en materia de crisis industriales, de las tres que hemos abordado -las que usted cita, Vestas, Cemex y Alcoa- han acabado con una solución en la que trabajamos con mesas de seguimiento.
- ¿Tiene entonces expectativas con el plan de reindustrialización? ¿La tercialización de la economía lo convierte en una batalla perdida?
-Yo creo que no es así. Por ejemplo ahora se celebra la feria Cevisama en Valencia, que sitúa a la industria cerámica como una industria que puede ser un baluarte de esa nueva reindustrialización que necesita España. Igual que el textil. La batalla no la podemos perder, la estamos dando desde el ministerio. Es posible reindustrializar este país.
- ¿Cómo?
-Estamos activando los mecanismos desde el punto de vista presupuestario y normativo. Es un sector que no debería haber perdido peso, genera empleo de calidad, grandes inversiones en I+D, exporta. Puede compensar al sector servicios, sobre todo en hostelería y comercio. Si queremos un modelo equilibrado hay que apostar por la industria y el compromiso es alcanzar el 20% del PIB industrial en 2020.
- ¿Cree que la transición a la movilidad cero emisiones (2040) que impulsa el Gobierno añade más presión a un sector que ya sufre una tormenta perfecta?
-El automóvil estaba ya limitado por la reducción de emisiones que exige la Comisión Europea. Nosotros, desde el ministerio, estamos acompañando al sector con medidas importantes y que ya hemos tomado, como la mejora del contrato de relevo que va a suponer una mejora en la productividad. Hemos quitado también el gestor de cargas, o hemos prolongado el desarrollo del protocolo WLTP de emisiones hasta finales de 2020. Son tres medidas que ponen de manifiesto el compromiso. Vamos a crear dos mesas de trabajo: movilidad inteligente e inversiones. Queremos acompañar al sector en esa transición con inversiones en plantas. Va a haber ayudas también a la compra de vehículos de energías alternativas, y también ayudas a la movilidad.
- ¿Va haber más ayudas a factorías como la de Ford Almussafes?
-Estamos trazando una hoja de ruta en materia de inversiones que necesitan todas las plantas. A Ford Almussafes, con el contrato de relevo le hemos dado un poco de oxígeno a la hora de acometer la reestructuración en que se encuentra ahora. Tenemos que ver la dimensión [del ajuste] pero siempre va a tener al ministerio acompañándole en la mejora de la competitividad. Es una planta importante para el sector. Ford y el resto de plantas que demandaban acciones concretas tienen ya el contrato relevo y las inversiones que vamos a acometer a partir de este año y se van a concretar en el marco estratégico que estamos a punto de firmar con el sector. Es algo que espero que presente el Presidente muy pronto.
- ¿Cuál es el problema de Ford? ¿No anticiparon los cambios de movilidad?
-El sector estaba con un modelo que quería perpetuar en el tiempo y el debate sobre la ley de cambio climático también ha servido para que abriera los ojos y que viera que se estaban produciendo cambios, y que los tenía que hacer también desde dentro, en el propio modelo de negocio.
- ¿En qué sentido?
-PSA, por ejemplo, en 2025 va a ofrecer todo tipo de vehículos en eléctrico y en combustión. Hay empresas que ya estaban hablando de ese cambio de modelo, otros necesitaban más tiempo y nuestro compromiso es trabajar con el sector en una mesa que se va a crear para ayudarle con inversiones pero también en esa transición ordenada que sin duda tenemos que hacer. No solo porque Europa lo pide sino porque somos un país exportador. En otros países se están definiendo horizontes en cuanto al cambio de movilidad. Estamos en un buen momento, el sector ha cerrado con cifras buenas, con incremento de matriculaciones del 7%. Es este el momento de acometer el cambio de modelo ordenado. Empecé a trabajar con ellos con miedo en junio y me encuentro ahora con un sector que como consecuencia del debate en el país sobre el futuro de las plantas se ha posicionado pensando en el futuro.
- El "Brexit" impacta en sus tres sectores (industria, turismo, comercio). ¿Qué va a hacer?
-Nada más llegar empezamos a trabajar en planes de contingencia. Hace dos semanas llevamos al Consejo de Ministros una hoja de ruta para dotarnos de instrumentos ante "Brexit" duro, para garantizar flujos comerciales y la movilidad de turistas.
- El sector turístico también está en plena reconversión. ¿Cómo ve el escenario?
-Queremos definir una estrategia de turismo sostenible a 2030 que se base en la calidad. Necesitamos no tanto cantidad sino competitividad en la calidad del destino. Hemos creado una red de destinos inteligentes. Son muchos los municipios que forman parte. Hemos incrementado el presupuesto para destinos maduros. Vamos a conseguir competir con destinos que se basan en precio y el valor añadido que diferenciará será la calidad.
- Hace poco abrió la puerta para volver a regular las rebajas y debatir sobre horarios comerciales. ¿Hasta dónde va a llegar?
-El compromiso que he asumido es abrir el debate. El anterior Gobierno no quiso escuchar a las comunidades. Entre todos determinaremos las medidas, escuchando a todos los modelos comerciales, como hemos hecho con las viviendas turísticas.
- ¿Tiene sentido regular más cuando se puede comprar a todas horas desde casa?
-Hemos creado un espacio para debatir el impacto del comercio 4.0. El comercio requiere muchas mejoras y acompañamiento de administraciones. Es uno de los sectores que a pesar del crecimiento económico no acaba de beneficiarse. Hay que ayudar a los formatos tradicionales a entrar en el mercado "on line". España ha perdido mucho empleo y el compromiso es no solo trabajar en la internacionalización, sino en el comercio local que hace ciudad, y ayuda contra la despoblación.
