La cadena de distribución Dia, con 1.260 empleos en Asturias de los 42.000 que posee en España, Portugal, Argentina y Brasil sin contar tiendas en franquicia), despedirá a 2.100 trabajadores tras haber declarado esta mañana unas pérdidas de 352 millones y haber entrado en causa legal de disolución con un patrimonio neto negativo de 166 millones. Sus ventas cayeron el año pasado el 11,3%, hasta los 7.288, 8 millones.

La situación de la compañía, tercer mayor grupo de distribución alimentaria en España, es muy complicada porque, aunque cuenta con el respaldo financiero por ahora de sus bancos acreedores, la refinanciación de su deuda desmesurada está condicionada a ejecutar una ampliación de capital por 600 millones, pero su mayor accionista, el inversor ruso Mikhail Fridman (dueño del 29%), acaba de anunciar el próximo lanzamiento de una oferta pública de adquisición (opa) sobre el capital que no controla y, aunque prevé y garantiza una ampliación de capital posterior por 500 millones, prorroga la situación y puede demorar la recapitalización que precisa el grupo.

Los trabajadores asturianos habían manifestado en las últimas horas su temor a un ajuste de empleo en las diferentes enseñas del grupo Dia.