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Aboño, el cierre inasumible

El grupo tres de la central de Soto de Ribera (361 megavatios de potencia) y el número dos de Aboño (552 megavatios), ambos propiedad de EDP, son los únicos complejos termoeléctricos de carbón de Asturias que continuarán más allá de 2021, al haber sido equipados ambos con las mejoras ambientales (plantas de desnitrificación) que exigen las directivas ambientales europeas. ¿Cuál es su horizonte de funcionamiento? El actual Gobierno cuenta con que todas las térmicas carboneras españolas dejarán de producir antes de 2030, pero forzar sobre todo el cierre la central de Aboño tendría impactos inasumibles en la gran industria, según fuentes del sector. La situación y características de esta central garantizan el suministro en la cantidad y calidad que requieren empresas como Alcoa, Azsa y Arcelor, compañía esta última que obtiene una rebaja relevante en sus costes energéticos mediante un acuerdo con EDP para usar en Aboño gases siderúrgicos como combustible, junto al carbón.

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