Arcelor-Mittal parará a lo largo de la próxima semana todos los talleres de Avilés y mandará a casa a 550 trabajadores. La compañía señaló que el drástico ajuste se debe principalmente a la caída de pedidos y a la necesidad de no acumular stock en las plantas. En algunas líneas, como la de galvanizado 1, el cese de actividad durará toda la semana. Se trata de la mayor parada no achacable a causas técnicas u obras que aborda la compañía en la región desde 2012, en la época más dura de la crisis económica.

La pasada semana, la dirección de ArcelorMittal alertó de la situación de "emergencia total" en la que se encuentran las plantas asturianas por una conjunción de factores a nivel global (subida de los precios del mineral de hierro), europeo (caída de la demanda del acero, entrada de importaciones baratas de países extracomunitarios e incremento del precio de las emisiones de CO2), nacional (mayores costes eléctricos con respecto a otros países) y doméstico (problemas de fiabilidad en algunos talleres). Ya entones la compañía anunció que hasta fin de año todas sus instalaciones en Asturias se verían afectadas por paradas.

La empresa concretó ayer la primera tanda de esos ceses temporales de actividad. Se centrarán durante la próxima semana en todos los talleres acabadores de productos planos de Avilés, los más competitivos de la multinacional en Asturias, "lo que muestra la difícil situación que se está viviendo", indicaron fuentes de la compañía, que destacaron que en estos momentos los menos competitivos son los talleres de productos largos, concentrados en la factoría de Gijón.

En concreto las paradas se producirán entre los días 6 y 13 de octubre y será la línea 1 de galvanizado la que más tiempo estará sin actividad: siete días, desde el 7 al 13 de octubre. La línea de galvanizado 2, la centrada en producción de acero para el automóvil, parará tres días, al igual que las dos líneas de hojalata para envases, el temper, los tándem 1 y 2 y el taller de decapado. La línea de recocido continuo parará 5 días y el taller de cilindros 4 turnos (un día y 8 horas).

Las paradas afectan a todos los talleres acabadores de la factoría de Avilés. Además, si se tiene en cuenta que desde ayer han dejado de funcionar definitivamente las baterías de coque (hasta finales de este año o enero de 2020 no entrarán en servicio la primera fase de las reconstruidas en Gijón y hasta abril la segunda fase), en Avilés sólo se librarán de los recortes programados para la próxima semana la acería LD-III y el tren de bandas en caliente, que no sólo trabajan para los talleres acabadores de Avilés, sino que también están aguas arriba en el proceso siderúrgico de talleres situados en Gijón (tren de chapa gruesa) y en las plantas satélites de Sagunto (Valencia), Etxebarri (Vizcaya) y Lesaka (Navarra).

Las paradas programadas para la próxima semana en Avilés afectarán a un total de 500 trabajadores de la compañía, que tendrán que coger descansos o vacaciones o serán regulados de empleo dentro del ERTE vigente en la compañía y que garantiza el 93% del salario. Además el ajuste afectará a 50 trabajadores de contratas.

El cese de actividad tendrá unas consecuencias laborales que no se daban en la compañía en Asturias desde los años más duros de la crisis, desde 2012, cuando llegó a regularse de empleo al 20% de la plantilla y se mantuvo durante meses parado una de los dos altos hornos de Gijón después de abordarse obras de mejora. Precisamente para el próximo mes está prevista la parada del horno B de Gijón para efectuar mejoras del sistema de refrigeración y la compañía ya ha anunciado que no lo volverá a arrancar hasta que mejoren las condiciones del mercado siderúrgico en Europa.

El programa de paradas de talleres previsto para la próxima semana fue anunciado ayer por la compañía al tiempo que negociaba con los representante de la plantilla el nuevo convenio colectivo. Era la cuarta reunión negociadora y tanto fuentes de la compañía como de los sindicatos reconocieron que se habían producido "acercamientos" aunque aún no hay acuerdo y para mañana está prevista una nueva reunión.

La subida salarial

En el tema salarial, ambas partes han cedido en sus posiciones. La compañía sigue insistiendo en congelar los salarios este año y 2020 y aceptar subidas en 2021 ligadas al IPC real. También admite incrementos variables ligados a una consecución de objetivos del 0,5% para 2019 y 2020, y del 1% para 2021. En el caso de los dos primeros años los incrementos variables no serían acumulables en tablas salariales, pero en el tercer año sí y eso es una novedad. Por su parte los sindicatos siguen demandando para 2019 una subida del IPC más el 1%, para 2020 el IPC más el 2% y para 2021 el mismo incremento frente al 2,5% que reclamaban antes. Aceptan un incremento variable ligado a objetivos del 0,5% para 2019 y 2020 y del 1% para el 2021, pero demandan que en los tres años sea consolidable a tablas.