Tomar el control de los datos que los usuarios suben al océano de internet. Ese es el objetivo de la compañía que ha puesto en marcha el gijonés Sergio Maldonado, bautizada como Privacy Cloud y que busca que el cibernauta pueda retener el dominio de su información y que no sean las empresas las que comercien y hagan negocio a su gusto con datos personales. "El problema viene de que las compañías han hecho lo que querían hasta ahora con lo que les cedían sus clientes. Vas a la peluquería y te ofrecen una tarjeta de fidelización en la que viene toda tu información, en la tienda de ropa lo mismo, en las webs también... Al final la pregunta es, ¿por qué hay tantas copias de mí mismo?", plantea el empresario asturiano.
Lo peor, asegura, es el uso que estas empresas hacen con frecuencia de esos datos individuales. "Lo hacen de espalda a los usuarios", señala Maldonado. Con esa base, el gijonés ha creado una aplicación para el móvil, a la que ha bautizado como Werule, que tiene como objetivo dar más transparencia a un mundo que hasta ahora había sido completamente opaco. "Lo que pretendemos que sea el usuario quien elija, el que decida que si una compañía le va a dar un mejor servicio pueda darle sus datos y que comparta con ella los datos que quiera", apunta.
El problema es que las resistencias con las que se está encontrando Privacy Cloud, que acaba de inaugurar sus nuevas instalaciones en Somió, no son menores. Los cambios son difíciles. "La misión es muy complicada; hay compañías que sí que están por la labor, pero otras muchas no", explica Maldonado. Al otro bando, el de los cibernautas, sí que comienza a haber un movimiento para que sus datos sean tratados con algo más de cuidado y que las empresas sean mucho más rigurosas con la privacidad. Además, el empresario sostiene que las normativas van poniéndose del lado del cibernauta. La Unión Europea (UE), por ejemplo, está preparando un reglamento de privacidad cibernética -conocido como la ley de las cookies- para tratar de poner coto a los usos inapropiados de los datos de los usuarios de la red. Esta nueva normativa estará lista a finales de año.
Mientras tanto, Privacy Cloud va sumando adeptos. Hace solo unas semanas la compañía consiguió cerrar una ronda de financiación con BBVA para tratar de relanzar su actividad.
Otro problema con el que se está encontrando esta compañía es el del empleo. Pretende ampliar rápidamente su plantilla, pero no encuentra informáticos lo suficientemente cualificados. Un problema que desde hace bastante tiempo llevan denunciando las empresas tecnológicas (TIC) asturianas y que supone obstáculo para su crecimiento.
