Afloja la tensión en ArcelorMittal. La siderúrgica y los sindicatos acercaron ayer posturas para facilitar la reapertura del horno alto B -que se encuentra parado para sustituir su sistema de refrigeración- y cuya fecha de arranque está programada para el 9 de enero. Pero todo está supeditado a que cese la conflictividad laboral dentro de los talleres asturianos de la multinacional y ayer ambas partes -la compañía y CC OO- dieron un paso importante para destensar la situación.

Comisiones lleva dos meses con movilizaciones en Arcelor en protesta por el bloqueo del llamado acuerdo marco, una mesa del diálogo en la que se discuten mejoras laborales y sociales que afectan a todas las plantas del grupo en España. Esa negociación se había roto por completo a finales de julio y, en su lugar, la compañía decidió negociar con los sindicatos un pacto local, solo para Asturias, que terminó acordando con UGT, USO y ACCIA y que fue ratificado en un referéndum por la mayoría de la plantilla. Mientras tanto, CC OO (que no firmó el convenio colectivo) continuó con su particular cruzada y llevaba ya dos meses seguidos de paros y movilizaciones exigiendo la reapertura de la negociación a nivel nacional. Arcelor cedió ayer algo y prometió que la semana que viene retomará esas discusiones.

Con ese compromiso sobre la mesa, CC OO, que tenía previsto votar en asamblea entre hoy y mañana prolongar los paros durante este mes, va a suspender las protestas. "El objetivo que teníamos está conseguido", señaló el portavoz del sindicato, José Manuel Castro.

No obstante, la dirección de Arcelor no se fía. Por si el sindicato no da marcha atrás o pasa algo inesperado en esas asambleas, ha convocado para hoy la llamada comisión de seguimiento del expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). En ese foro presentará un calendario de paradas de sus instalaciones en Asturias para los meses de enero y febrero en el caso de la que conflictividad laboral no vaya a menos.