El paro subió en Asturias en 2019 por vez primera en siete años (lo hizo en 1.600 personas) y fue la tercera región con mayor aumento porcentual (2,85%), solo superado por Cantabria y Murcia, según la Encuesta de Población Activa (EPA) difundida ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La tasa de paro asturiana se situó en el 13,14%, la séptima más alta, aunque se mantiene 0,64 puntos por debajo del promedio nacional.
Este mal dato se produjo pese a que en el último trimestre se apreció un cambio notable de tendencia, con una reducción del desempleo del 8,98% respecto al trimestre precedente (5.800 parados menos), lo que convirtió a Asturias en la segunda región, por detrás de Canarias, con mejor comportamiento trimestral. El alza del desempleo se materializó en el Principado porque la creación de empleo fue insuficiente para absorber el aumento de los demandantes de puestos de trabajo.
La ocupación. Creció en Asturias sólo el 0,35% en el ejercicio (un avance de 1.400 personas), el cuarto peor comportamiento del país. Por sectores, la industria perdió 4.200 ocupados y la agricultura, 5.800; mientras que la construcción ganó 1.600 y los servicios, 9.700. "Preocupa particularmente la pérdida de empleo en la industria, que incide particularmente sobre la energética y extractiva, pero alcanza también a las ramas manufactureras", dijo la patronal FADE. Este débil comportamiento se produjo pese a que también se apreció un punto de inflexión en el tramo final del ejercicio, con una intensificación del empleo en el cuarto trimestre, en el que la ocupación aumentó en 6.000 personas, una progresión del 1,54%, sólo superada por Madrid.
Los activos. Frente a un alza del empleo del 0,35% el pasado año, la población activa (que suma ocupados y demandantes de empleo) creció casi el doble (el 0,68%: 3.000 personas), lo que explica que aumentase el paro a la vez que la ocupación.
El paro. El desempleo cayó en Asturias el año pasado en todos los sectores con la salvedad de la construcción (el paro se incrementó en 300 personas) y sobre todo en el colectivo de quienes buscan su primer empleo o han dejado hace más de un año su última ocupación, entre los cuales se incrementó en 3.900.
Las causas. El aumento de los activos en una región en la que en 2019 siguió cayendo la población de más de 16 años (-0,31%, la mayor regresión de España) puede atribuirse a que la recuperación económica y la mayor expectativa por ello de encontrar empleo activa la búsqueda de ocupación entre los llamados desanimados. A su vez, la población extranjera inmigrante (por lo general, joven y en busca de empleo) creció en Asturias en 2019, aunque fue la segunda comunidad autónoma, tras Extremadura, con menor impulso según el INE . En último término, la mejora de la población activa asturiana, aunque contribuye a elevar las cifras de paro si la creación de empleo no tiene la misma intensidad, viene a atenuar una de las grandes vulnerabilidades de la región: la tasa de actividad (50,77%) sigue siendo la más baja de España y es casi ocho puntos inferior al promedio nacional.
España. El empleo creció en España en 2019 en 402.300 personas y el paro se redujo en 112.400. Estas cifras, siendo favorables, son las menos intensas desde que en 2013 se inició la recuperación, lo que guarda relación con la desaceleración económica internacional. En todo caso, tanto la creación de empleo (2,06%) como la caída del paro (-3,4%) fueron superiores al aumento del PIB (estimado entre el 1,9 y el 2%) y la merma del desempleo fue posible pese al incremento del 1,27% (290.000 personas) de la población activa. El cuarto trimestre fue sin embargo el mejor desde 2006, con un avance de 92.600 ocupados y una caída de 22.500 parados. Al cierre del ejercicio España tenía más de 19,96 millones de ocupados (la mejor cifra desde 2008) y por encima de 3,19 millones de parados, la menor también desde 2008. La tasa de paro se situó al cierre del año en el 13,78% tras caer en 0,67 puntos.
