El inversor agresivo estadounidense Paul Singer, dueño del 2,45% de la energética portuguesa EDP desde 2018, ha reducido su peso en la compañía lusa (mayor eléctrica en Asturias) hasta el 1,91%.

Singer, que actúa a través del fondo activista Elliot Management, entró en el capital de la compañía lisboeta en octubre de 2018, cinco meses después de que el mayor accionista de EDP, la compañía estatal China Three Gorges (CTG), dueña entonces del 23,37%, lanzase una oferta pública de adquisición de acciones (opa) para intentar hacerse con la mayoría absoluta: un mínimo de algo más del 50%.

El fondo de cobertura Elliot Management, que invirtió 260 millones en la compra de títulos de la energética portuguesa -lo que le permitió erigirse en su octavo mayor propietario-, lideró el rechazo a la opa china y logró, con el respaldo del 56,6% de la junta general de accionistas de EDP, vetar la operación en abril de 2019.

Singer -que también es accionista de otras multinacionales presentes en Asturias, como las alemanas Thyssenkrupp y Bayer- es un actor beligerante en la exigencia de cambios de gestión en las sociedades en las que participa. En EDP reclamó desinversiones, cambios en la estructura de negocio y mejoras en la rentabilidad.

Elliot también mantuvo una intensa pugna por el poder en 2011 en la multinacional británica National Express, dueña de la compañía asturiana Alsa, de la que acabó retirándose tras un pacto.