José García Fanjul es el decano del Colegio Oficial de Ingenieros en Informática del Principado y Secretario del Consejo General de Colegios Profesionales de Ingeniería Informática. Este último organismo ha planteado al Gobierno la necesidad de implantar una aplicación con la que controlar los posibles rebotes derivados del covid-19, como ya hicieron otros países.
- ¿Cómo funcionaría esa aplicación?
-La tecnología informática puede usarse de forma decisiva para ayudar en la lucha contra el covid-19 mediante el desarrollo de aplicaciones para controlar la fase posterior al confinamiento. Una de las alternativas que ya se ha utilizado en otros países y que hemos propuesto al Gobierno es el uso de aplicaciones móviles que usen bluetooth. Una vez instaladas correctamente, el móvil generaría avisos para las personas que han estado cerca de otra que haya sido diagnosticada como portadora.
- ¿Cómo se garantizaría la privacidad de los datos?
-La aplicación no comunica datos personales. Cada móvil estaría identificado con un código y cuando está cerca de otros móviles que tienen instalada la aplicación, se comunicarían esos códigos de forma cifrada y segura. Al ir guardando todos los códigos de las personas que han estado cerca de nosotros, la aplicación nos podría avisar si alguien reporta que está infectado, pero no podríamos saber quién es ni ningún dato suyo.
- ¿En qué medida se controlarían los rebrotes?
-Al recibir una alerta temprana mediante el móvil de que hemos estado en contacto con alguien infectado, las personas pueden tomar medidas de aislamiento y solicitar asistencia sanitaria cuanto antes. Eso contribuiría a frenar los contagios y a salvar vidas.
- ¿Se podrían controlar rebrotes provocados por turistas?
-Lo ideal sería que hubiera una aplicación única para toda la UE o que las diferentes aplicaciones que se desarrollen en cada estado sean compatibles. Para que esta herramienta sea eficaz, es importante que haya un porcentaje elevado de los ciudadanos que la instale.
- ¿Qué les ha respondido el Gobierno?
-El Gobierno ha respondido agradeciendo la implicación de los profesionales y la ayuda propuesta, pero sin concretar aún un modo en el que articularla.
- ¿Por qué cree que existen ciertas reticencias a usar estos sistemas?
-En el contexto actual pueden surgir multitud de "apps" que, sin haber pasado por ningún tipo de control, ofrezcan funcionalidades que parezcan útiles a priori sin ofrecer garantías de salvaguardar nuestra privacidad. Para controlar la pandemia de manera eficaz y garantizar los derechos de los ciudadanos se debe confiar en las aplicaciones que hayan sido publicadas con la aprobación de las autoridades públicas y los representantes de los profesionales.
- ¿Qué resultados ha dado estos sistemas en los países donde ya se ha probado?
-Los ingenieros en Informática estamos acostumbrados a intentar, siempre que es posible, aplicar en diferentes contextos las soluciones que han demostrado ser exitosas en el pasado. La aplicación que hemos propuesto se basa en la desarrollada por el gobierno de Singapur pero hay diferentes países que han puesto a disposición de sus ciudadanos aplicaciones de rastreo oficiales. Hace unos días se presentaba, por ejemplo, una aplicación similar en Alemania.
- ¿Ve aún alguna posibilidad de que la aplicación acaba desarrollándose o vistas las reticencias han tirado la toalla?
-Los profesionales elevamos nuestra voz para hacer propuestas técnicamente viables, que pueden ser útiles y que, en este caso, pueden salvar vidas. La decisión de desarrollar una aplicación oficial en España corresponde al Gobierno.
- ¿Podría, por ejemplo, probarse en lugares pequeños como Asturias?
-La eficacia de esta solución depende de que haya un porcentaje elevado de la población que la utilice, independientemente de que se use a nivel regional o nacional.
