Adrián Barbón considera que el Gobierno central tiene una asignatura pendiente en la aprobación del Estatuto del consumidor electrointensivo, según manifestó ayer al realizar balance de su primer año al frente del Principado.

El presidente del Principado hizo mención a los efectos que ha tenido la interinidad excesiva del Gobierno central para cuestiones que afectan de manera directa a Asturias. Una de ellas es el retraso en la aprobación de un documento vital para la industria asturiana. "El Estatuto de la industria electrointensiva es una exigencia del Gobierno de Asturias. Y es una exigencia para que, además, se acepten con las alegaciones que hemos presentado junto a los gobiernos de Galicia y Cantabria. Así se lo he trasladado al Gobierno de España. Es la posición de Asturias y de ella no me muevo", planteó Barbón.

"Las certidumbres y las certezas son básicas para nuestra industria", reconoció Barbón, quien también mandó un mensaje al sector. "Las empresas también se deben actualizar. La industria va a tener que hacer inversiones importantes para adaptarse el reto que tenemos por delante de la transición ecológica", señaló el presidente del Principado, que llegado a este punto quiso recordar las declaraciones de la asturiana María Neyra, directiva de la Organización Mundial de la Salud, referentes a que "tienen mucho que ver con la pandemia que estamos viviendo los efectos colaterales del daño ambiental que venimos causando al planeta durante muchos años".

Por otra parte, Barbón reconoció la relevancia que tienen las negociaciones en Bruselas sobre el fondo de recuperación, no solo para Asturias sino para el proyecto de futuro de la Unión Europea. "No son países frugales, son países que no tienen espíritu europeísta (...) No solo nos la jugamos los asturianos, que claro que sí, es una evidencia que va a tener influencia en los recursos de los que dispongamos en los próximos años; también el mismo hecho de la Unión Europea y el proyecto europeo van a estar en duda".