La dirección de ArcelorMittal y los sindicatos firmantes del nuevo convenio colectivo (UGT, USO y ACCIA) hicieron ayer balance de cómo estaba funcionando ese pacto, rubricado tras muchos meses de negociaciones y protestas a finales de octubre del año pasado. Su firma ha permitido la prejubilación de 152 siderúrgicos en la región con la consecuente firma de otros tantos contratos indefinidos. La salida de este personal había quedado congelada durante los meses que habían durado aquellas negociaciones, lo que había causado gran malestar entre este colectivo. No obstante, aún quedan siete empleados, que ya han cumplido la edad de prejubilación, que continúan trabajando en la siderúrgica. Los representantes sindicales exigieron a la multinacional que acelere lo máximo posible la salida de estos trabajadores.

También se acordó que el personal de producción que esté interesado pueda realizar un examen para pasar al área de mantenimiento. Es más, la dirección transmitió que tiene previsto hacer una selección entre los empleados eventuales para realizar estas mismas tareas, un proceso similar, matizó, al ya que ya se realizó cuando se cerraron las baterías de coque de Avilés.

Por su parte, los sindicatos pidieron explicaciones por el retraso que está sufriendo el abono de las ayudas al estudio, para préstamos y avales de viviendas entre el llamado personal de contrato individual, generalmente formado por mandos intermedios. Y, finalmente, las centrales exigieron a la multinacional una reunión para que presente los resultados económicos de las plantas asturianas durante el primer semestre del año, así como un nuevo encuentro de la comisión de seguimiento del convenio colectivo para septiembre.