La gran industria electrointensiva reclama al Ministerio para la Transición Ecológica que duplique la potencia a subastar prevista en el nuevo mecanismo que sustituye al sistema de interrumpibilidad, por el cual las fábricas reciben una remuneración que les permite abaratar sus costes energéticos a cambio de estar dispuestas a desconectarse de la red en caso de necesidad del sistema. La Asociación de Empresas con Gran Consumo Eléctrico (AEGE), a la que pertenecen ArcelorMittal y Asturiana de Zinc, presentará hoy alegaciones a la "Reserva estratégica de respuesta rápida para el respaldo de los servicios de ajuste del sistema eléctrico" para que la potencia a subastar pase de 1.000 a 2.000 MW.

"Ante el cierre de las térmicas de carbón es necesario mayor respaldo para garantizar el suministro eléctrico y se puede obtener actuando desde la demanda a través de la industria", señaló Fernando Soto, director de AEGE, que lamentó que no hubiera continuidad entre el viejo y el nuevo sistema. "La interrumpibilidad se desactivó en junio y dudamos que el nuevo sistema esté en enero", señaló Soto, que pidió urgencia para el estatuto del consumidor electrointensivo y que las compensaciones por los costes de CO2 lleguen a 275 millones.