"Muy pronto habrá un acuerdo no solo para que las pensiones mantengan su poder adquisitivo, sino, además, para que esto sea permanente. Hay consenso en el Pacto de Toledo y espero que se llegue a ese acuerdo pronto", ha declarado José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

En una entrevista con el diario canario "La Provincia", perteneciente al mismo grupo editorial que LA NUEVA ESPAÑA, Escrivá responde también que "en ningún caso" habrá congelación de las pensiones para el año que viene.

El Pacto de Toledo se pronunciará en unas semanas sobre la fórmula de actualización y el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, pendiente de presentar por el Gobierno, habrá de precisar cómo se aplicará en 2021. El propósito de "no congelación" que ha enunciado el ministro está favorecido por el comportamiento de la inflación este año. En el contexto de la crisis asociada al covid-19, el índice de precios al consumo (IPC) está en terreno negativo (-0,15% de media interanual entre enero y agosto) y se prevé que esa situación persista e incluso se agudice hasta final de año. De modo que, aun sin subida nominal alguna, sobre el papel las pensiones recuperarían poder adquisitivo por el comportamiento de la inflación. En la hipótesis de que el Gobierno optara por subir las pensiones el 0,25% (mínimo legal que se aplicaba con el controvertido mecanismo de actualización del PP que decayó a partir de 2018), el Gobierno podría decir que, estrictamente, no habría congelación y que la revalorización real sería equivalente a ese 0,25% más el impacto de la inflación negativa.

Otra opción sobre la que se ha llegado a especular consistiría en subir el 0,25% a las pensiones de mayor cuantía y aprobar un mejora más generosa para las prestaciones modestas.