La curva de los contagios de la segunda ola del covid-19 es declinante ya en Asturias, pero por ahora no ocurre lo mismo con sus impactos laborales. La crisis económica asociada a la pandemia, acentuada en noviembre por los cierres en la hostelería y el comercio que el Principado decretó para combatirla, agravó el paro durante el último mes, elevó también el número de asalariados afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y disparó el de autónomos que dependen de una prestación pública. Esos tres colectivos suman unas 120.000 personas en la región, el 27% de todos los asturianos que, trabajen o no, están en el mercado laboral.
Este noviembre sin bares y sin centros comerciales, por citar dos de los gremios que permanecen inactivos, trajo un aumento del paro de 1.810 personas que situó la cola del desempleo en 81.541 individuos. Es la mayor desde la registrada en mayo, en medio del confinamiento, y supera en 3.000 personas a toda la población de Avilés. El empeoramiento en términos relativos (2,27% de un mes para otro) triplicó la media nacional (0,66%), si bien el Gobierno asturiano puso el foco sobre el comportamiento interanual, menos severo para Asturias que para otros territorios: la región tiene 10.637 parados más que hace un año, una expansión del 15% que es la cuarta más contenida del país.
El número real de trabajadores en ERTE supera los 13.484 que reconoce la Seguridad Social
El desempleo crece de un año para otro a tasas de dos dígitos en todos los sectores. Particularmente en la hostelería, con 12.427 parados en noviembre, el 26,7% más que a la misma altura de 2019.
Hostelería y comercio nutren también la nómina de asturianos acogidos a ERTE. El número de estos trabajadores pasó en un mes de 7.228 a 13.484, según el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social. Pero se trata de una cifra incompleta porque recoge únicamente los expedientes cuya tramitación ha concluido en el Servicio Público Estatal de Empleo para el reconocimiento de las prestaciones a las que tienen derecho los afectados. El número real es significativamente mayor si se considera que la autoridad laboral del Principado informó la pasada semana de que estaban activos en Asturias ERTE que suman más de 25.000 trabajadores.
El rastro estadístico del impacto del covid en los autónomos aparece en el número de ellos que en noviembre habían solicitado la prestación por cese de actividad: 16.900 frente a los 4.100 de octubre, según hizo notar la Asociación Intersectorial de Autónomos (CEAT-Asturias), vinculada a la FADE.
El director general de esa última organización empresarial, Alberto González, resumió como “nefasto” el balance del mercado de trabajo en la región. UGT y CC OO alertaron de la situación de mujeres y jóvenes, los colectivos más golpeados por una crisis “fulminante” para quienes ya antes de ella padecían con mayor virulencia el mal endémico de la precariedad laboral.