El declive demográfico se tendrá en cuenta para la asignación de una parte del dinero de la Unión Europea, según un nuevo acuerdo tomado esta semana entre las instituciones comunitarias. Aquellos concejos con caídas prolongadas de población tendrán una facilidad singular para acceder a la bolsa de 25.000 millones con los que contarán los Fondos de Desarrollo Rural (Feder) entre 2021 y 2027. A falta de que cada país determine los territorios concretos, una parte relevante de la Asturias rural y lugares como las comarcas mineras pueden cumplir a priori las condiciones para entrar en esa nómina.

El referido acuerdo presta una “atención especial” al fenómeno de la despoblación. Así, el nuevo reglamento de los fondos Feder abre paso por primera vez a que los países reserven parte del dinero recibido a proyectos en las regiones, comarcas o municipios que cumplan una de estas dos condiciones: tener una densidad de población inferior a 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado, condición que reúne en Asturias una veintena de concejos de montaña, o haber sufrido caídas de empleo persistentes e intensas (de al menos el 1% de media anual) entre 2007 y 2017, situación en la que estarán con seguridad la mayoría de los concejos de las cuencas mineras, subrayó Susana Solís, eurodiputada de Ciudadanos y miembro del equipo negociador del Parlamento Europeo.

El eurodiputado socialista Jonás Fernández subrayó que “el acuerdo sobre la despoblación facilitará la llegada de dinero”. El siguiente paso, añadió Susana Solís, es que el Gobierno haga un “mapeo” de las zonas del país que cumplen el comentado criterio y elabore un plan específico de actuación. Solís precisó también que las zonas en declive demográfico podrán acceder a recursos para proyectos principalmente ligados a la innovación, la economía verde y las pymes.

La cuestión de los fondos europeos fue abordada ayer en el marco de un encuentro digital organizado por la Asociación de Empresa Familiar de Asturias (AEFAS). En su transcurso, el consejero de Industria, Enrique Fernández, utilizó el símil del atleta para describir la posición en la que está Asturias respecto a la carrera por captar recursos de la UE. Como la “competición” no ha comenzado en realidad, Fernández aseguró que la región está preparándose a conciencia para cuando se dé el pistoletazo de salida. “Hay que aprovechar los fondos, pero las precipitaciones no son buenas”, señaló. A su entender, se ha desatado una “ansiedad generalizada” por ver quién es el más rápido a la hora de captar un dinero que aún no han llegado. “En otras comunidades hay cierta precipitación por enviar proyectos a no se sabe dónde para unos fondos cuyo reparto se desconoce. Nosotros, en Asturias, queremos hacer nuestra la máxima de ‘vísteme despacio que tengo prisa’”, argumentó.

¿En qué consiste esa preparación que está realizando el Principado? Fernández señaló que se está trabajando en un “mapa de estrategias” para sentar las bases del nuevo modelo de desarrollo de la región y que determinará cuáles son los sectores y negocios por los que se debe apostar. También se va a poner en marcha en breve una oficina para gestionar los futuros proyectos y canalizar la colaboración entre las empresas y el sistema público. El Consejero adelantó que su directora será una mujer, pero no desveló su nombre.

El eurodiputado Jonás Fernández explicó en esa misma jornada cómo va a ser el reparto del dinero. Señaló que el Gobierno central tiene previsto presentar en breve su plan de actuación. “El dinero no llegará a las arcas del Tesoro hasta mayo o junio, pero desde enero ya podrán financiarse proyectos e, incluso, algunos aprobados en 2020 también podrán recibir dinero”. Fernández puso el acento en que Asturias será una región doblemente beneficiada, ya que podrá captar fondos del plan general de recuperación y otros del destinado específicamente a las regiones europeas afectadas por la descarbonización (17.500 millones).

La visión empresarial la aportó el presidente de AEFAS, Jorge Suárez, quien señaló que las compañías tienen una doble preocupación: una es la de la crisis derivada de la pandemia sanitaria; la otra es que Europa está pidiendo que haya un cambio de modelo empresarial en el que cuestiones como el medio ambiente deben situarse ahora entre las máximas prioridades. “Estamos preocupados porque va a haber que cambiar la forma de entender las empresas”, agregó.

La voz de la experiencia la aportó Vicente Luque, quien fuera directivo de Hunosa hasta 1987, cuando fue fichado como jefe adjunto del Programa de Redes Transeuropeas de la Comisión Europea (UE). Destacó que uno de los sectores con mayor potencial en Asturias para beneficiarse del reparto de los fondos europeos es el de la construcción de equipos, especialmente aquellos ligados a las energías renovables. “Necesitamos potenciar esa industria, ya está bien de importar los equipos desde Alemania, debemos fabricarlos nosotros”, dijo.