La ingeniería gijonesa TSK ha sido adjudicataria de la obra de construcción de una central termoeléctrica de ciclo combinado (alimentada por gas) de 450 megavatios en Mozambique por un importe para la compañía asturiana de 300 millones de euros. Con esta adjudicación, TSK consuma su tercer gran contrato en menos de un mes (los anteriores fueron en Costa de Marfil y Emiratos Árabes Unidos), que en conjunto representan una facturación para la ingeniería de 648,71 millones.

El contrato de Costa de Marfil fue adjudicado a TSK por el grupo energético Globeleq, con sede en Londres, que lidera el proyecto. La central suministrará energía durante 25 años para la empresa pública Electricidade de Mozambique (EDM), que participa en la inversión junto con Globeleq, la sociedad química y energética sudafricana Sasol y la compañía especializada en infraestructuras privadas en países emergentes Eleqtra, con sedes en Nueva York, Londres, Ghana, Uganda y Zambia. En la financiación participan U.S. International Development Finance Corporation (DFC) y OPEC Fund.

La cartera de obra pendiente de ejecutar por la ingeniería asturiana ronda los 2.000 millones de euros

África es en este momento el principal mercado de TSK, cuyo consejero delegado, Joaquín García Rico, señaló ayer que la implantación en el continente es “estratégica” para la ingeniería. El nuevo proyecto se acometerá en la modalidad de “llave en mano” y la alemana Siemens aportará las turbinas.

Con esta nueva adjudicación la cartera de obra pendiente de ejecutar por la ingeniería asturiana ronda los 2.000 millones de euros.