El “efecto Amazon” que revaloriza el suelo

Para su expansión logística, Amazon suele comprar terrenos que puede desarrollar por sí misma para controlar el proceso de construcción y ajustar al milímetro las naves a sus necesidades de operativa. Solo cuando no encuentra terrenos atractivos para comprar opta por construir, con contratos llave en mano, en terrenos propiedad de promotores privados.

En Asturias, donde hay abundante suelo industrial bien comunicado por autovía, Amazon ha optado por la compra de casi 172.000 metros cuadrados del polígono de Bobes, en Siero, para la construcción de su centro logístico para el Noroeste de España y el norte de Portugal. El consejero de Industria del Principado, Enrique Fernández, destacó que “cabe esperar” que el desembarco de Amazon “también sirva como revulsivo para facilitar la comercialización del resto de parcelas disponibles” en Bobes y tanto asociaciones de empresarios del transporte (Asetra y Cesintra) como expertos en logística de la Universidad de Oviedo destacaron que con Amazon llegarán otras plataformas del sector. Es el “efecto Amazon” que en otras provincias de España ha revalorizado el suelo, disparado las operaciones de compraventa y que ha llevado al gigante del comercio electrónico a apuntarse a los bailes de cambio de dueño. El centro de Bobes está promovido por la sociedad Spain Fulfillment Birch Southeast, filial española de Amazon creada hace poco más de un año y que tiene por actividad la compra de bienes inmuebles, pero también su venta. Esto es lo que ha ocurrido en otras provincias españolas donde opera el gigante del comercio “on-line”:

Barcelona

En 2015 Amazon compró al Instituto Catalán de Suelo, dependiente de la Generalitat, terrenos en El Prat de Llobregat para construir un centro logístico de 150.000 metros cuadrados con una inversión total, según la compañía, de 200 millones. Pagó por los terrenos 30 millones y cuatro años después vendió el centro logístico (sin sus equipamientos y maquinaria, que siguen siendo propiedad de Amazon) por más de 150 millones de euros, según diferentes fuentes. Fue en una operación denominada “proyecto Neptuno” que incluyó la venta de otros dos centros logísticos de menor tamaño en Londres y París, y que se adjudicó el fondo soberano de Corea del Sur (Korea Invesment Corporation) en puja con gigantes como Blackstone o Prologis por un total de 400 millones. La operación generó polémica en Cataluña y Amazon se defendió señalando que en la mayoría de las ciudades en las que opera está en régimen de alquiler y que la venta no afectaría a la actividad de la compañía.

Madrid

El fondo de inversión inmobiliario alemán Patrizia adquirió en 2015 más de 60.000 metros cuadrados de suelo en Getafe que acondicionó para actividades logísticas y alquiló a Amazon, que abrió allí un centro de distribución. El pasado noviembre Patrizia vendió la instalación –con su inquilino y junto con otro activo de 50.000 metros cuadrados en Torrejón– al gestor de inversiones inmobiliarias Real IS por 150 millones. Patrizia celebró la operación. “Hemos vuelto a demostrar nuestra capacidad de crear valor sostenible en nuestra cartera ibérica”, señaló Eduardo de Roda, director de Patrizia en España. El pasado octubre también trascendió la operación de venta del nuevo centro logístico de Amazon en Alcalá de Henares, que ocupa más de 75.000 metros cuadrados. Patrizia lo había adquirido en 2019 en una operación denominada “Mercury” en la que el fondo alemán había comprado 42 propiedades a GreenOak por 1.200 millones. Ahora, según ha publicado “Cinco días”, Patrizia está cerrando la venta del centro logístico de Alcalá a otro fondo de la propia gestora alemana por 110 millones.

Sevilla

Goodman, grupo que posee, desarrolla y gestiona espacios logísticos, es otro de los caseros habituales de Amazon en Europa. Desde 2006 ha desarrollado más de un millón de metros cuadrados para la compañía fundada por Jeff Bezos en Francia, Alemania, Reino Unido y Polonia. En marzo de 2019 Goodman llegó a un acuerdo con Amazon para que este instalara su centro logístico de Sevilla (gemelo al que quiere implantar en Asturias con cerca de 200.000 metros cuadrados y una inversión de 200 millones de euros) en un parque empresarial que estaba promoviendo en Dos Hermanas. Goodman lo desarrollaba a medida para Amazon con un contrato de alquiler a 20 años, pero aprovechando el apetito de suelo logístico que hay con el “boom” del comercio electrónico, el grupo de propiedades lo puso en venta hace un año, cuando aún estaba en obras. Encargó la operación al banco de inversión Eastdil con el objetivo de conseguir 200 millones y varios medios han publicado que un fondo coreano se ha quedado con el centro logístico, inaugurado el pasado septiembre.

Vizcaya

El “efecto Amazon” incluso se produce con sus centros de menor envergadura. En junio de 2019 Amazon estrenó la estación logística de Trapagarán, que ocupa 9.000 metros cuadrados cerca de Bilbao. La multinacional había firmado un contrato de alquiler de 21 años con Vusa, grupo inmobiliario liderado por los herederos de Valeriano Urruticoechea. Tres meses después de la apertura, la gestora de inversión Nuveen Real Estate compró la nave por cerca de 17 millones de euros, según cuantificó el portal inmobiliario Idealista.