El Principado ha presentado alegaciones contra el denominado Fondo Nacional para la Estabilidad del Sistema Eléctrico (FNSE), el plan estrella de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, para tratar de rebajar el recibo de la luz de los hogares y que, indirectamente, según ha avisado la gran industria, incrementará sus costes energéticos. El Gobierno asturiano se suma de esta forma a patronales como la del acero (Unesid) –de la que forma parte ArcelorMittal– que también alegaron contra este proyecto, del que llegaron a asegurar que era “otro clavo más en el ataúd” del sector.

El consejero de Industria del Principado, Enrique Fernández, anunció en una comparecencia en la Junta que va a presentar esas alegaciones, tras una pregunta del diputado de Foro Adrián Pumares. También detalló que las alegaciones del anteproyecto se asientan sobre tres bloques. El primero es el impacto que este fondo puede tener sobre los consumidores electrointensivos –la gran industria ya ha alertado que esta normativa implicará un notable incremento del precio de gas, fundamental, por ejemplo, para poner en marcha los altos hornos de Arcelor–; el segundo se basa en reclamar que se elimine el impuesto al valor de la producción de electricidad, ya que, asegura el Principado, supone un incremento artificial en el precio de la luz, y, por último, exige que las comunidades tengan capacidad para participar en la gobernanza del fondo.