Los constructores navales asturianos se han convertido en un referente de la navegación baja en emisiones de CO2. Astilleros Armón finalizó este año en su astillero de Gijón la construcción del primer ferry rápido del mundo propulsado por gas natural, el “Eleanor Roosevelt”, y ahora ha comenzado en su astillero de Navia la fabricación de su primer barco propulsado por hidrógeno.
Se trata de un remolcador, uno de los segmentos de embarcaciones en los que está especializado el astillero asturiano. “Para nosotros es un reto construir el primer barco que usará hidrógeno”, señaló Laudelino Alperi, consejero delegado de Astilleros Armón.
La transición energética ha obligado a los constructores navales a adaptarse a las nuevas exigencias medioambientales que están vigor o que están por llegar. Los astilleros asturianos, tanto Armón como Gondán, se han adaptado a gran velocidad y han encontrado en los barcos de bajas emisiones un nuevo nicho de mercado.
Armón, que aborda ahora el reto de construir su primer barco propulsado por hidrógeno, protagonizó este año un hito mundial al fabricar para Baleària el primer ferry rápido propulsado por gas natural. Además, el “Eleanor Roosevelt” protagonizó el pasado mes el primer viaje de una embarcación a motor sin emisiones de carbono. Baleària y Axpo usaron biometano como combustible renovable para mover el barco construido en Gijón en el trayecto ente Barcelona y la isla de Menorca.
Armón también está construyendo actualmente en su astillero de Gijón –para el armador noruego Knutsen– su primer buque para el suministro entre barcos de gas natural licuado (GNL), uno de los combustibles que permitirá reducir emisiones en el transporte marítimo.