Asturias registra una llamativa caída de empleadas del hogar dadas de alta en la Seguridad Social un año después de que comenzara la campaña de sensibilización y control de Trabajo para regularizar los sueldos y las cotizaciones. Con ella se intentaba que los pagos por hora –habituales en el sector– se ajustaran a los incrementos del salario mínimo aprobados por el Gobierno, del 31% en los últimos dos años.
Al cierre de 2021, Asturias tenía 370.199 afiliados a la Seguridad Social, 9.974 más que hace un año, lo que representa un incremento del 2,71%. El Gobierno del Principado ha destacado que la recuperación del empleo ha sido vigorosa y que se ha vuelto a las cifras anteriores a la pandemia. Sin embargo, llama la atención que, a contracorriente, en el sistema especial de empleados del hogar se ha producido una significativa reducción de afiliados. Se contabilizaron al cierre de 2021 un total de 7.942 altas, lo que supone una caída de 169 con respecto a 2020, el 2,08%.
La evolución de las altas.
Si se tiene en cuenta únicamente el número de las altas, se puede decir que el sector de los empleados del hogar se ha quedado al margen de la recuperación en 2021 y ello a pesar de que 2020 había sido un año muy negativo por el impacto del coronavirus. El sindicato UGT, a partir de las estadísticas del INE, destacó que el gasto medio por hogar en salario y seguridad social del personal doméstico descendió de 299 euros mensuales en 2019 a 224 en el año 2020, un 25%, el mayor descenso desde el inicio de la encuesta en 2006. Partiendo de un mal año como 2020 y teniendo en cuenta el contexto de recuperación, era esperable en 2021 un incremento de altas en el sector de los empleados del hogar, en el que trabajan de forma muy mayoritaria mujeres. Sin embargo, en Asturias se ha producido todo lo contrario: una caída de 169 altas en el sector en 2021.
La campaña de la Inspección.
El descenso de altas en el último año ha coincidido con la puesta en marcha, por parte de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, de una campaña de información y control para regularizar los salarios y cotizaciones de las empleadas domésticas. La campaña se dirigió a las personas empleadoras y el principal objetivo era que la remuneración de las trabajadoras del hogar –y, por consiguiente, las bases de cotización– se ajustaran a la cuantía del salario mínimo interprofesional, que actualmente para jornada completa es de 965 euros al mes en 14 pagas y para jornada por horas, muy habitual en el sector, de 7,55 euros por hora trabajada.
El alza del SMI.
Durante los dos últimos años el salario mínimo se ha incrementado un 31%. La senda comenzó en 2019 con la primera subida, de un 22,3%, hasta los 900 euros. En 2020 y 2021, se fijó en 950 euros y el pasado septiembre se incrementó otros 15 euros, hasta 965 euros.
La economía sumergida.
Para proceder a la regularización del salario de las empleadas domésticas, los titulares del hogar debían comunicar a la Tesorería General de la Seguridad Social el salario real de la trabajadora desde el 1 de enero de 2021. La Inspección de Trabajo comunicó a los empleadores, a través de cartas, la necesidad de regularizar y actualizar las condiciones salariales. En el último año, con la vigencia de este control, el número de altas de empleadas del hogar se redujo. Son las cifras oficiales. Sin embargo, en el sector existe mucho empleo sumergido. Con motivo de la celebración del día internacional de las trabajadoras del hogar, la Federación de Construcción y Servicios de CC OO de Asturias destacó que el 30% de las empleadas domésticas del Principado (por lo tanto cerca de 2.400) están en situación irregular y, por tanto, no tienen derecho a prestaciones ni subsidios, aparte de soportar unas condiciones laborales y salariales precarias e incurrir en fraude en materia de cotizaciones a la Seguridad Social. El plan de actuación de la Inspección de Trabajo, además de sensibilizar y controlar en el aspecto salarial, también ponía el foco en la lucha contra al economía irregular. Así , la Inspección da prioridad a las denuncias presentadas en el sector de las empleadas del hogar y a las comunicaciones recibidas en el buzón del organismo autónomo de control laboral. No obstante, hay que tener en cuenta que la Ley no contempla los domicilios particulares como centros de trabajo, lo que limita la capacidad de la Inspección y aumenta la desprotección de las trabajadoras domésticas.
