La práctica totalidad de la flota pesquera asturiana, integrada por 258 embarcaciones y 1.200 trabajadores, permanece amarrada a puerto desde ayer a la espera de la solución que pueda dar el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a los altos precios de los combustibles y la evolución de la huelga del transporte. Salvo cuatro arrastreros y otros tantos buques que se hallan faenando en aguas comunitarias, todas las embarcaciones han parado y así estarán a la espera de los frutos que dé la entrevista prevista para el próximo miércoles con el ministro Luis Planas. “La situación es insostenible y, de seguir así, la flota está abocada a la desaparición”, alerta el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Asturias, Adolfo García Méndez, crítico con el hecho de que las rulas de Avilés y Gijón no hayan cerrado sus puertas en solidaridad con el sector. El paro de la flota deja en suspenso la costera de la xarda (caballa), que debería estar estos días en su apogeo.