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Resiliencia y liderazgo transformador en Femetal

El modelo clúster como ejemplo para revitalizar el ecosistema asturiano de la innovación

Los socios del clúster Metaindustry4, en 2019 en Oviedo. E. G. C.

En un mundo volátil, la resiliencia es un requisito previo, cada vez más crítico, en el desempeño de las empresas, de la economía y de la sociedad. La pandemia ha revelado el verdadero valor de la gestión de la resiliencia en la agenda estratégica de las empresas. Las distintas crisis de los dos últimos años han puesto de manifiesto la alta sensibilidad de las economías a los conflictos de la demanda, así como la vulnerabilidad de la industria a las interrupciones de la cadena de suministro.

Las empresas están expuestas a cambios disruptivos (digitalización, inflación, ciberataques, volatilidad de precios… etc.). Los ritmos de los cambios son exponenciales y esto provoca que la aparición de crisis y los riesgos inherentes sean difíciles de predecir, incluso a medida que crecen en gravedad y frecuencia. Todo ello, en un momento de fuertes presiones medioambientales y tensiones geopolíticas. En consecuencia, se considera como buena práctica de gestión empresarial la planificación de lo inesperado y el desarrollo de la capacidad de respuesta por adelantado, con la elaboración de planes de contingencia.

Las consecuencias de la crisis financiera de 2008 en el sector del metal todavía eran visibles a finales de 2014: se cerraron 300 empresas, se redujo el VAB un 35,6 % y el empleo se ajustó un 10%. Desde Femetal aspiramos a crear servicios de mayor valor añadido hacia nuestras empresas y facilitar análisis de prospectiva, para estar mejor preparados ante los ciclos económicos. La clave consistía en posicionarnos proactivamente en el ecosistema asturiano de innovación y en la creación de un clúster de fabricación avanzada.

El clúster debía servir para dar mayor protagonismo y visibilidad a las actividades manufactureras que estaban en los mercados internacionales, especializados en actividades de alto valor añadido con un marcado componente tecnológico. Nuestro clúster se desarrollaría sobre la base del 27% del VAB industrial, el 36% del empleo industrial y aproximadamente el 26% del volumen de exportaciones. Pero el objetivo prioritario era incorporar eficazmente a las pymes en la innovación tecnológica (no basada en la I+D), la organizativa y la comercial.

Ecosistemas de innovación.

Las políticas públicas en la economía de la innovación sirvieron al principio para compensar los fallos del mercado y después, para ajustar los fallos del sistema. En la actualidad, la lista de barreras para el desarrollo de actividades innovadoras se centra en la disponibilidad de conocimientos (internos y externos) y los relacionados con los mercados en los que operan las empresas (nivel de competencia, incertidumbre de los mercados y cadenas de valor). También se ha puesto de manifiesto la necesidad de reconocer los obstáculos internos, de las propias empresas (sobre los que ellas pueden actuar directamente), y aquellos más externos o debidos al entorno (y que están más allá de su influencia, aunque puedan adoptar diversas reacciones ante ellos).

En este momento, las modernas políticas de innovación ofrecen información esencial sobre los resultados de sus procesos innovadores, para conocer las bases de su competitividad empresarial y clasificar las empresas, no solo por su gasto en I+D, sino por su cultura innovadora, nivel de internacionalización o capacidad de colaboración con otras empresas. En relación con la cultura o capacidad innovadora de las empresas, el tamaño y el sector al que pertenecen son condicionantes de las actividades innovadoras. De igual manera que el nivel educativo de los empleados de la empresa, la orientación a mercados exteriores y sus relaciones con otro tipo de organizaciones.

El sector del metal desde el punto de vista de composición y rasgos del tejido empresarial responde al perfil industrial de España, con cerca de un 86% de empresas menores de 50 empleados, un 12% entre 50 y 250 empleados y tan solo un 2 % con un nivel de empleo superior a 250 personas. Se puede colegir que el sector del metal tiene un escaso número de grandes y medianas empresas y de menor tamaño, comparativamente con otras regiones europeas competidoras de Asturias

Clúster de fabricación avanzada (Metaindustry4).

El modelo clúster ofrecía las ventajas de crear nuevos ámbitos de colaboración público-privado, compartir una visión conjunta de la situación de partida y plantear un plan de acción sistémico. Era la plataforma ideal de confluencia entre las diferentes empresas a lo largo de las cadenas de valor globales, con la participación de los agentes científico-tecnológicos y las distintas organizaciones públicas que definen políticas micro y macroeconómicas, con impacto en la dinámica competitiva a largo plazo. Se sustenta en tres ejes estratégicos: Integración en cadenas de valor globales; gestión de capital humano e innovación colaborativa. La innovación colaborativa era clave para superar la falta de dimensión competitiva (tamaño empresarial), pero el desafío era conectar nuestro ecosistema con nodos extranjeros e incorporar a los agentes principales de las cadenas de valor (clientes y proveedores).

De las oportunidades a los resultados.

Metaindustry4 (MI4) está conformado por 70 socios. En 2021, se mantuvieron 48 reuniones en las que participaron el equivalente a 478 personas de las empresas socias. Estamos colaborando con 21 socios europeos, pertenecientes a 10 países, en cuatro proyectos europeos que tenemos en marcha y tenemos conectadas a 283 empresas y organizaciones en las actividades realizadas por MI4 a nivel autonómico, nacional e internacional. El catálogo de las cadenas de valor globales en las que están posicionadas nuestras empresas (energía, convencional / renovables; petroquímica; siderurgia) ha sido actualizado y lo hemos completado con la cadena de valor del hidrógeno y próximamente con la de economía circular. Estos estudios son claves como herramientas de marketing y promoción internacional del ecosistema del metal de Asturias.

Los proyectos de innovación colaborativa siguen creciendo, convocatoria a convocatoria, y estamos promocionando nuevos consorcios (15 empresas) para desarrollar proyectos cooperativos e interclúster, que sumarán más de 800.000 euros de inversión. Nuestras ambiciones se sitúan mas allá de los Pirineos y nos hemos presentado a la convocatoria de Euroclusters con el proyecto Ingenious “ Building resilience and accelerating transition to green and digital economy in Energy Intensive Industries”. El objetivo es potenciar las pymes del ecosistema industrial de las empresas energéticamente intensivas localizadas en Europa, mediante apoyo financiero a proyectos de descarbonización, soporte económico para misiones comerciales conjuntas hacia mercados fuera de la UE, y desarrollo de competencias de los equipos técnicos.

A modo de ejemplo, en este proyecto tenemos como socios al clúster de Alemania (BalticNet-Plasmatec), Polonia (Mazovia IT Clúster) y República Checa (Nanoprogress). Un proyecto que acaba de aprobarse y se añade a la lista de otros proyectos europeos interclúster, tales como ESECA o CEMIVET (Circular Economy in Metal Industries VET).

Finalmente he de destacar que, a través de MI4 hemos formado parte de la coalición guía que ha diseñado un Proyecto Estratégico de Recuperación y Transformación Económica a nivel nacional, dirigido a acelerar el desarrollo de la Economía Circular y la Descarbonización de los sectores industriales energéticamente intensivos. A modo de conclusión, Femetal durante los últimos años, basado en el modelo clúster y la innovación, ha puesto en marcha un sistema de liderazgo transformador con mayor aportación de valor a los socios y al ecosistema. Ha sido nuestra respuesta al reto de la competitividad y sostenibilidad empresarial de un sector que representa el 11% del PIB. Ha sido, y es, nuestro proyecto estrella de colaboración entre pymes y tiene potencial para seguir creciendo.

Agencia de la ciencia, competitividad empresarial e innovación.

Asturias afronta, en la actualidad, los retos de las tres transiciones: demográfico-social, energético-ambiental, y tecnológico-digital, con una estructura socioeconómica desbalanceada que no facilita cerrar el diferencial entre la renta per cápita y el PIB per cápita. Recientemente se ha aprobado el proyecto de ley por el que se crea la Agencia de Ciencia, Competitividad Empresarial e Innovación Asturiana, que pretende impulsar la I+D+i como gran aliada de la industria. Será necesario trabajar en aspectos clave de la estrategia relativos a la especialización económica y científico-tecnológica, las infraestructuras físicas, las capacidades de las personas y en intensificar la colaboración entre los actores del territorio, centrándose cada uno en la aportación de valor distintiva que podría desarrollar de cara a las transiciones. El caso piloto de MI4 en Femetal nos permite acreditar la capacidad de tracción que pueden ejercer los clústeres y un ejemplo sobre el que basarse para repensar la política y el papel que puede jugar estas organizaciones en el ecosistema asturiano, fundamentalmente si queremos cerrar la brecha de resultados (no solo de I+D) con otras regiones españolas y europeas que compiten industrialmente con Asturias.

Estimo que se necesitan tanto políticas que amplíen la población de empresas implicadas en actividades innovadoras, como políticas que eliminen o reduzcan los obstáculos para completar exitosamente los proyectos de innovación y obtener un mayor retorno de las inversiones en innovación. Con la esperanza de que la Agencia revitalice el ecosistema asturiano de innovación, le deseo el mayor de los éxitos posibles. El liderazgo transformador, el sentido de urgencia y la capacidad de resiliencia serán claves para crecer en PIB y en los índices de progreso social.

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