El tiempo del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas está a un mes de terminarse y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) todavía tiene deberes sobre la mesa. El organismo estatal ha repartido desde julio de 2020 cerca de 2.300 millones de euros de los 5.310 solicitados por las empresas como apoyo financiero extraordinario por la crisis del covid. El fondo tenía un presupuesto de 10.000 millones. Ahora, la SEPI quiere resolver todos los expedientes pendientes en las próximas cuatro semanas. Entre las compañías que están a la espera están las ingenierías asturianas Imasa e Isastur y el grupo Celsa, propietario de Moreda-Riviere.

Desde la SEPI reafirman su voluntad de llegar a tiempo, a pesar de que el calendario aprieta. En los últimos meses el Gobierno ha pisado el acelerador y resuelto diez expedientes. Casi la mitad de las concesiones realizadas hasta ahora (22) se han llevado a cabo en lo que va de año. Los tiempos obligan al organismo estatal a acelerar en su gestión para cumplir con sus compromisos antes de que termine el mes.

El procedimiento debe aprobarse en Consejo de Ministros y, salvo que se convoquen reuniones extraordinarios de los miembros del Gobierno en las próximas semanas, las resoluciones deberían ir llegando los martes de cada semana. Fuentes de las ingenierías asturianas aseguran ser “optimistas” ante las comunicaciones que mantienen con la SEPI sobre las ayudas que han solicitado.

Duro Felguera fue la segunda empresa que recibió el apoyo estatal, con una inyección de 120 millones que recibió en marzo de 2021. Imasa e Isastur han solicitado 25 millones de euros. La ovetense Imasa pidió la ayuda en julio y, desde entonces, sigue a la espera. Isastur, que tiene su sede en Llanera, por su parte, planteó su solicitud el pasado mes de octubre. Ambos expedientes, confirman fuentes autorizadas, se encuentran en los últimos compases de su tramitación.

La siderúrgica catalana Celsa solicitó hasta 700 millones en su primera petición, aunque después fue modulando sus pretensiones según mejoraba su situación económica.