«¿Considera la Comisión Europea una prioridad la puesta en marcha de la regasificadora de El Musel?», preguntó –ya en marzo y por escrito– la eurodiputada asturiana de Ciudadanos Susana Solís. La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, ha respondido y su contestación viene a decir que no. La representante de la Comisión Europea (CE) en materia energética señaló que «para diversificar el suministro de gas resulta fundamental aumentar las importaciones de gas natural licuado y España desempeña un papel estratégico con sus seis terminales de GNL en funcionamiento». A renglón seguido Simson señaló que «la posible puesta en servicio de la planta regasificadora de El Musel es una decisión que deben tomar «las autoridades nacionales y el titular del proyecto (la compañía Enagás)».
La Comisión Europea no quiere posicionarse sobre el futuro de la regasificadora «durmiente» del puerto gijonés. La voluntad del gobierno de España y de la compañía gasista, en principio, es ponerla en funcionamiento «cuanto antes», según han declarado sus representantes en los últimos meses. El último calendario adelantado desde Enagás es que quiere abrirla en 2023, pero el asunto sigue a la espera de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que debe esclarecer su sistema de retribución.
Kadri Simson también recordó que la infraestructura actual de la regasificadora de Gijón necesita de una inversión para poder servir de contenedor para gases renovables como el hidrógeno verde. Así, la comisaria europea señaló que esa posibilidad podría acogerse a los nuevos fondos europeos destinados a la descarbonización.
