La parada del horno alto "A" de Veriña (el menos modernizado de los dos que tiene ArcelorMittal en Gijón y únicos en España) se consumó a las nueve de la noche de ayer con la finalización de la operación de vaciado denominada "salamandra" y que entraña la extracción del arrabio y escorias residuales.
La parada se ha producido en virtud de la estrategia de la compañía de reducir temporalmente su producción en Europa ante la caída de los pedidos para el tramo final del ejercicio, el alza de costes y la entrada en el mercado europeo de productos extracomunitarios que compiten en condiciones ventajistas porque no se ven sometidos a los costes ambientales que se exige a la producción autóctona.
Junto con la parada (en principio, durante tres meses) del horno alto "A" de Gijón, la multinacional ha decidido suspender también la producción de otros tres, situados en Dunkerque, Bremen y Dabrowa Górnicza.
Estas cuatro instalaciones de cabecera de la siderurgia integral (aquélla cuyo proceso fabril parte del mineral de hierro y no de refundir chatarra) representan un tercio de las trece plantas de este tipo con las que cuenta ArcelorMittal en la UE: dos en Gijón, dos en Gante (Bélgica), dos en Dunkerque y otros dos en Fos-sur-Mer (Francia), dos en Bremen y uno en Eisenhüttenstadt (Alemania) y dos en Dabrowa Górnicza (Polonia). A estos hornos se suman tres en Tarento (Italia), pero ArcelorMittal ya no tiene su control. La mayoría accionarial está ahora en manos del Gobierno italiano.
Además de los hornos altos se están viendo afectadas por las paradas otras instalaciones, como la acería de Sestao, la planta de reducción directa de Hamburgo e instalaciones acabadoras en varios emplazamientos europeos. La empresa prevé reducir el 17% de su producción europea. En Asturias afectará sobre todo a la división de productos planos.
El horno "A" de Veriña se mantendrá en caliente, lo que acelerará su reactivación cuando se decida reanudar su producción en función de la evolución de la demanda y de los costes.
La empresa mantiene las condiciones del ERTE
La penúltima jornada de negociación del expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que promueve ArcelorMittal y que sería susceptible de ser aplicado hasta fines de 2023 a toda la plantilla en España (8.073 trabajadores) salvo a su filial Condesa, concluyó pasadas las diez de la noche de ayer sin avances.
La empresa mantiene las condiciones ya anunciadas, en virtud de las cuales el ERTE sería aplicable de modo simultáneo a un máximo del 40% de la plantilla, a la que se le garantizaría una remuneración del 75% del salario bruto por todos los conceptos salariales. Los sindicatos mantuvieron su rechazo a estas condiciones.
La empresa entregó ayer un documento justificativo adicional de cinco páginas. La representación sindical reclamó más justificaciones de una medida tan contundente, así como precisiones sobre su aplicación por departamentos y plantas. También se pidieron garantías económicas.
El periodo oficial de consultas finalizará hoy, salvo que las partes acordaran ampliarlo.
Protesta de los maquinistas de Continental Rail que prestan servicio en la siderúrgica
Maquinistas ferroviarios de la empresa Continental Rail, subcontratada por ArcelorMittal, pidieron ayer que se negocie un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por la parada del horno alto, "antes de despedir a trabajadores". La plantilla es de 34 trabajadores. El sindicato CSI denunció la entrada de vigor de un convenio que rige las condiciones laborales y que este colectivo concreto no pudo negociar, que incluye la renuncia al derecho a huelga, una bajada de sueldo e incremento de la jornada laboral. Los maquinistas de Continental Rail, que piden las condiciones laborales de los de Arcelor, protagonizan concentraciones ante la siderúrgica (en la foto).
