La pensión media de jubilación en Asturias ha aumentado en 146,1 euros en la última década: de los 1.358,3 euros registrados en octubre de 2012 a los 1.504,4 euros del mes pasado, según los datos de la Seguridad Social. Pero, aunque la región siga siendo la segunda de España con las pensiones más altas (tras el País Vasco), el incremento porcentual en los últimos diez años, del 10,76%, ha sido inferior al de la media nacional, del 12,53%. De hecho, la subida fue mayor en diez comunidades autónomas y en la ciudad de Ceuta.
¿A qué se debe ese menor crecimiento relativo? Una de las razones es el fallecimiento de antiguos trabajadores de la minería, que percibían pensiones elevadas debido a la peligrosidad y toxicidad de sus condiciones de trabajo. Esas retribuciones, sumadas a las de la industria, han contribuido a que la paga media de jubilación en Asturias haya sido tradicionalmente de las más cuantiosas del país.
De los cerca de 271.300 asturianos que cobran una pensión (de incapacidad, jubilación, orfandad, viudedad…), 181.300 son jubilados. Y, de éstos, poco más de 20.000 proceden del sector minero. Sus pensiones se han revalorizado en estos diez años, pero no tanto como la media española en términos relativos. Así, si un ex minero asturiano cobraba de media 2.046 euros en octubre de 2012, el pasado mes de octubre percibió 2.534, un 23,8% más. Por su parte, la pensión media de jubilación minera en España pasó de 1.919 euros a 2.451, lo que supone un incremento del 27,7%. Por ejemplo, en otra comunidad autónoma de tradición minera, Castilla y León, el aumento en una década ha sido del 30,2%: de 1.786 euros a 2.327.
Las estadísticas de la Seguridad Social ilustran esta tendencia demográfica de la población minera asturiana. En diez años, el número de jubilaciones del carbón ha descendido un 2,8% hasta situarse el pasado octubre en las 20.066. Por el contrario, los jubilados del régimen general se han incrementado un 9%: de los 166.237 de hace justo una década a los 181.323 actuales.
En la misma línea, entre 2011 y 2021, ambos años inclusive, Asturias registró 66.325 altas de pensionistas del régimen general, frente a 55.281 bajas. Es decir, el saldo neto de jubilados en la década fue de 11.044. Sin embargo, si atendemos únicamente a la minería del carbón durante la misma etapa, el saldo fue negativo: hubo 7.637 altas y 8.252 bajas.
La dinámica es coherente con el invierno demográfico que padece Asturias. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), desde 2010 la región ha perdido 79.842 personas, más que la población de Avilés. Sólo el año pasado se perdieron 7.293 residentes, una media de veinte al día, lo que supuso la mayor bajada desde 2016.
Y las previsiones para el futuro tampoco son halagüeñas: si se mantiene la tendencia actual, en 2030 Asturias será oficialmente la región más envejecida de la Unión Europea.