La brecha en la CSI se agranda tras acoger a los propietarios de casas en alquiler

Las secciones críticas acusan a la dirección del sindicato de abrazar "posturas de Vox"

Ignacio Fuster, secretario general de la CSI. | Ángel González

Ignacio Fuster, secretario general de la CSI. | Ángel González / Francisco L. Jiménez

P. T.,

Se agranda la brecha interna en la Corriente Sindical de Izquierda (CSI). La cesión de un espacio de la sede del sindicato, en Gijón, para una reunión de propietarios de viviendas que sufren impagos del alquiler –los llamados "inquiocupados"– ha abierto otro episodio de enfrentamiento. Las secciones sindicales de la CSI críticas acusan a la dirección del sindicato de favorecer a los "especuladores" de vivienda y defender los desahucios, adoptando "una deriva hacia los mismos posicionamientos ultraliberales defendidos por Vox".

La Plataforma de Propietarios de Viviendas de Alquiler de Asturias se reunió a principios de mes en dependencias de la CSI, desde donde reclamaron eliminar la moratoria de los desahucios para solucionar los impagos de alquiler. El conflicto interno en el sindicato viene de atrás. Más de una veintena de representantes de secciones sindicales han denunciado una "persecución irracional" por parte de la dirección encabezada por Ignacio Fuster que, por su parte, ha abierto expedientes sancionadores a varios de los críticos "tras sucesos lamentables en las últimas asambleas", paralizando actividad orgánica.

El episodio de los "inquiocupados" echa más leña al fuego. Y los críticos, más de veinte secciones sindicales de empresas privadas y públicas, ven "paradójico" que "la ejecutiva no permite la actividad y las reuniones de sus secciones sindicales en los locales mientras cede esos mismos espacios a organizaciones que con sus posiciones atacan a las capas más precarias". Además, ven un "golpe de estado interno" en el sindicato y se plantean exigir la dimisión de Fuster.