El carbón se resiste a morir en Asturias: preparan la reapertura de una mina en Cangas del Narcea

Carbones de Gillón quiere reactivar la extracción de antracita en la vieja explotación subterránea de Minarsa y aprovechar su escombrera

Una de las bocaminas de la explotación de Carballo. | P. R.

Una de las bocaminas de la explotación de Carballo. | P. R. / Pablo Castaño

Pablo Castaño

Pablo Castaño

Asturias se resiste a dar la última palada para enterrar definitivamente la minería del carbón. En pleno proceso de transición energética hacia las energías renovables, la empresa Carbones de Gillón prepara la reapertura de la antigua mina de antracita de Carballo, en Cangas del Narcea, que fue explotada durante el pasado siglo por Minas y Antracitas del Narcea (Minarsa).

El plan de Carbones de Gillón tiene una pata en lo que ahora se denomina economía circular puesto que, además de explotar la antigua mina subterránea, la compañía también pretende aprovechar materiales depositados en la escombrera de la explotación y abordar su restauración. Por lo tanto, el planteamiento no es el mismo que el de las minería del siglo pasado.

El proyecto está en tramitación –en estos momentos está en información pública el estudio de implantación– y la intención de la compañía es que el carbón extraído y el estéril de escombrera se aproveche para su combustión en centrales térmicas. En España este tipo de instalaciones están desapareciendo, pero en otros países de fuera de la Unión Europea su horizonte es mucho más amplio y el puerto granelero de El Musel se ha convertido en los últimos años en centro logístico de este mercado internacional.

Carbones de Gillón, empresa nacida hace más de 15 años y con sede en Cangas de Narcea, ya intentó hace una década recuperar la actividad en las antiguas instalaciones de Minarsa, pero problemas sobre la propiedad de los terrenos anexos abortaron aquel primer intento. Ahora la compañía prevé invertir más de 1,28 millones de euros para retomar la actividad.

En primer lugar, los propietarios pretenden reanudar la explotación subterránea Carballo-Norte para la extracción de antracita. Para ello se proyecta desbrozar y acondicionar los accesos, adecuar la plaza y las instalaciones exteriores (cuarto de aseo, taller, almacén y lampistería), revisar las labores de interior de la galería principal, reparar las vías e instalar un compresor y un generador autónomo. Se prevé un plazo de entre 9 y 12 meses.

El proyecto se completa con el aprovechamiento de la escombrera anexa y la construcción de una nave industrial destinada a oficinas, vestuarios y almacén. El arranque de estériles se realizará mediante banqueo por medios mecánicos (sin voladuras) y después se realizarán labores de cribado.

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