El mensaje nacional gana peso en la recta final de la precampaña. España y la Constitución se han colocado en el centro del debate electoral. Todos los partidos refuerzan, cada uno a su manera, sus mensajes en torno a la unidad de España, ante el temor a un castigo electoral al que flirtee con las opciones separatistas.
El PP, buscando evitar la fuga de voto a Vox, ha aprovechado la presentación, ayer, de su programa electoral para lanzar un claro mensaje "recentralizador", que persigue reforzar el papel del Estado frente al creciente poder de las autonomías. Pablo Casado anunció que creará una tarjeta sanitaria única para todo el Estado, y que el castellano será la única lengua que figurará como "requisito indispensable" para acceder a empleos públicos. Las lenguas cooficiales serán un "mérito", pero no un "requisito excluyente".
Casado quiere que el castellano sea la lengua vehicular en la Educación en toda España (junto con las cooficiales en sus respectivas comunidades), e impedir por ley que los cargos electos acaten la Constitución "por imperativo legal", como suelen hacer independentistas y radicales de izquierdas, pues a su juicio algunos de esos mensajes "humillan" a la Carta Magna. Incluso propuso facilitar que las autonomías puedan revertir competencias para que sean administradas "de manera más eficaz" por el Gobierno central.
Ciudadanos también lanzó mensajes contra la amenaza separatista, y anunció que si gobierna implantará en toda España una nueva asignatura, la de "Constitución Española", que será "obligatoria y troncal". El candidato de esta formación a la presidencia del Gobierno, Albert Rivera, ha propuesto una "selectividad única" en todo el Estado, al considerar "absurdo" que existan 17 sistemas de selectividad distintos. Reclama también "que se pueda estudiar español en las aulas españolas" y plantea un "pacto educativo" para que no haya diferencias por autonomías.
El PSOE ha pasado de reconocer a España como un "Estado plurinacional" en su 39.º Congreso Federal -tras rechazar una propuesta de la delegación asturiana para suprimirla-, a recuperar el "no es no", en esta ocasión en referencia al referéndum de autodeterminación que reclaman los independentistas catalanes. "No es no. No habrá referéndum en Cataluña, no habrá independencia y no habrá quiebra de la Constitución, que no reconoce ese derecho a la autodeterminación", fue el contundente mensaje de Pedro Sánchez, el domingo, en Zaragoza.
Incluso Unidas Podemos ha difundido su programa electoral en un libro que imita la Constitución Española -en 2016 hizo lo propio con el catálogo de Ikea-, para así denunciar los múltiples artículos que se incumplen.
Vox, finalmente, ha publicado un programa que antepone la unidad de España, la igualdad entre todos los españoles y el respeto a la Constitución. Propone ilegalizar los partidos, asociaciones y ONGs que persigan "la destrucción de la unidad territorial de España", y que lengua española sea "la única lengua vehicular y obligatoria", mientras que las cooficiales sean "optativas".
