Rivera, una auténtica mosca cojonera, atacó a todos, sobremanera a Sánchez. Más animadversión, imposible. Pero un tiro le salió por la culata: cuando le regaló al socialista un ejemplar de su tesis doctoral ("fake") y éste le respondió con el libro de Santiago Abascal y Sánchez Dragó. Donde las dan, las toman.