"No es necesario sacrificar la competitividad de la industria para cumplir con nuestras obligaciones medioambientales". Ese es el mensaje que ayer lanzó en Gijón la exministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del PP, Isabel García Tejerina, quien abogó por "un medio ambiente participativo e integrador, que cuente con todos y que no dañe a la competitividad" de las empresas. Tejerina participó en un acto de la coalición PP-Foro en el salón de actos del puerto deportivo de Gijón en el que reiteró que la política medioambiental debe hacerse "sin sacrificar la prosperidad ni el desarrollo económico".

Tejerina destacó que el PP creó "el primer ministerio de medio ambiente" y que para los populares "los objetivos medioambientales son objetivos absolutamente irrenunciables", en referencia a los objetivos de la UE y de desarrollo sostenible de Naciones Unidas, pero "sin llevarse por delante la competitividad de nuestra economía y de nuestras empresas".

La cabeza de lista de la coalición al Congreso por Asturias, Paloma Gázquez, abundó que "Asturias ya es una región muy verde por naturaleza, no hace falta forzar los plazos", en referencia a la política de descarbonización exprés que promueve el gobierno socialista, adelantando los plazos respecto a los límites fijados por la UE.

La cuestión medioambiental fue el eje del discurso de los populares ayer en Gijón, en el que García Tejerina también hizo referencia a otros asuntos. Así, señaló que "no hay una buena política social sin una buena política económica, lo demás es una gran mentira. No es una buena política social dejar 16.000 millones de euros a deber a la sanidad o tantas y tantas cosas que podemos dejar dichas, como la destrucción masiva de empleo".

También incidió en que con el actual gobierno socialista "vamos viendo un deterioro de nuestra economía que nos preocupa mucho, sobre todo en Asturias, donde se destruye ya empleo", que no se está defendiendo los intereses de ganaderos y pescadores en Bruselas, que el PP promueve la bajada de impuestos y que defiende la unidad de España por convicción y no por "un cálculo electoral".

Además, criticó al juez del caso Gürtel: "Se ha contado poco algo en la historia reciente de España que habría que analizar, y es un auto de la Audiencia Nacional que dice que la sentencia del juez De Prada fue una absoluta manipulación y una absoluta vergüenza, y está así acreditado, para forzar y cambiar la historia de nuestro país", dijo en referencia al auto de la Audiencia Nacional que aceptó la recusación de este magistrado en el juicio del caso Bárcenas.