La viuda y la hija mayor de Isaías Carrasco votan a escasos metros del lugar del atentado

San Sebastián, Efe

El ex concejal socialista Isaías Carrasco sólo tendría que haber cruzado una calle perpendicular a la suya y caminar unos pocos metros para depositar su voto en el colegio electoral del barrio de San Andrés de Mondragón, pero ETA le asesinó el viernes y ayer fue el gran ausente de la jornada.

La localidad guipuzcoana amaneció fría y lluviosa, y sólo algunos transeúntes se dejaron ver por la calle Navas de Tolosa, donde ayer había más flores y más velas, y decenas de rosas rojas sobre la calzada, en el lugar donde cayó herido de muerte Isaías Carrasco.

Por encima pasaban, con una respetuosa lentitud, los escasos coches que circulaban por la zona, y enfrente, sobre la acera, una foto se había sumado a la ofrenda floral, la de un grupo de amigos del ex edil.

El pequeño trayecto que desde el número 6 de Navas de Tolosa hasta el colegio electoral que ya nunca podrá recorrer Isaías Carrasco, sí lo anduvo ayer su mujer, María Ángeles Romero, que veinte minutos después de la apertura de las urnas ya había depositado su voto.

A la salida de la ikastola, acompañada por el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Mondragón, Francisco García Raya, la viuda de Carrasco evitó las cámaras tapándose con el paraguas y se fue en silencio.

Dos horas y media después, ante una gran concurrencia de medios de comunicación, llegaba acompañada por amigos su hija Sandra, que no hizo declaraciones, para ratificar con su voto lo que dijo el sábado: que no van a dar «ni un solo paso atrás» pese a los asesinos de ETA.