El esquizofrénico juzgado ayer en la Audiencia de Barcelona por lanzar en septiembre de 2008 un cóctel molotov contra la casa que tenían los duques de Palma en Barcelona aseguró ayer que no tuvo nada que ver con los hechos. «No haría algo así a una persona tan notoria y a la que tengo tanto cariño» como a la Infanta, dijo. Según la fiscal, el hombre tiró una garrafa de 5 litros de gasolina por encima de la puerta del garaje de la finca y después intentó prenderle fuego sin éxito.