Palma, F. ARMENDÁRIZ / J. F. MESTRE

El juez José Castro está investigando a fondo cómo compraron, a finales de 2004, Iñaki Urdangarín y su esposa, la infanta Cristina, el palacete en el exclusivo barrio barcelonés de Pedralbes. Un banco ha aportado al instructor, que investiga supuestos desvíos de fondos públicos por parte del yerno del Rey, abundante documentación sobre el préstamo hipotecario de cinco millones otorgado a los duques .

El magistrado ha recabado, a petición de la acusación popular Manos Limpias, a la Caixa, donde trabaja la hija del Rey, «el expediente completo de las garantías ofrecidas» para acceder a la hipoteca y la cuenta corriente donde el matrimonio ido amortizando el préstamo.

El banco ha facilitado copia de las declaraciones de la renta de Urdangarín, donde figura su esposa, y la del patrimonio de 2004. La hipoteca y la casa aparecen a nombre de los cónyuges. El duque pagó ese año 4.373 euros de IRPF, cuota que dividió en dos plazos. Declaró unos ingresos brutos de 36.000 euros de rentas del trabajo y 52.439 euros de rentas del capital, que sumados dieron 88.439 euros.

Respecto al patrimonio, informó que poseía una casa en Pedralbes de Barcelona, tasada en 415.000 euros; un aparcamiento en la misma finca, valorado en 13.500 euros, y la mitad de la casa ubicada en la calle Elisenda de Pinos, el palacete, con un valor declarado de 2,9 millones. Ese año, al imputado en el «caso Nóos» le salió la declaración de patrimonio a pagar 17.000 euros

Por otra parte, Diego Torres, el antiguo socio de Urdangarín, intenta ahora involucrar en la trama a Esteban González Pons, el diputado y portavoz del PP, que ocupó un alto cargo en la Generalitat de Valencia bajo la presidencia de Francisco Camps. Fue uno de los firmantes del documento que signaron la Generalitat y el Instituto Nóos para organizar los fallidos Juegos Europeos, un proyecto que nunca llegó a realizarse pero por el que se pagaron 382.000 euros de fondos públicos a la empresa de Urdangarín.

El abogado de Torres, González Peeters, aportó el martes al juez Castro unos nuevos correos electrónicos internos, en los que se menciona varias veces a González Pons y el papel que iba a tener en el desarrollo de este proyecto. Estos correos recogen comunicaciones internas que mantienen el directivo de Nóos Antonio Ballabriga (imputado), con su jefe, Urdangarín. Hablan de la intervención de González Pons en los Juegos.